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Iruñea

Cuestión de Estado

El silencio mantenido por los grandes medios de comunicación españoles sobre la monarquía, cuyo blindaje se sella ya en la Constitución, contrasta con la libertad con la que la prensa internacional retrata a la Corona española, especialmente en los últimos meses.

Protestas antimonárquicas ante los juzgados de Palma, durante la declaración de Iñaki Urdangarin. (Jaime REINA/AFP PHOTO)
Protestas antimonárquicas ante los juzgados de Palma, durante la declaración de Iñaki Urdangarin. (Jaime REINA/AFP PHOTO)

«La persona del rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad». Semejante frase no proviene de ningún articulista del ‘ABC’, diario monárquico por excelencia, sino de la propia Constitución española de 1978, que blinda la figura del rey y eleva la institución de la monarquía a cuestión de Estado.

Testigos de ello son las decenas de personas, periodistas y publicaciones que en los últimos 35 años se han tenido que defender de acusaciones de injurias a la Corona, empezando por el director de ‘Punto y Hora de Euskal Herria’, Xabier Sanchez Erauskin -que en 1983 pasó ocho meses en prisión por un artículo sobre la visita del rey a Gernika en 1981-, y acabando por el coronel Amadeo Martínez Inglés, procesado por otro artículo crítico con la Corona el año pasado. Para la memoria quedan también la condena a un año a Arnaldo Otegi –por la que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos obligó a Madrid a pagar 20.000 euros al dirigente abertzale por haber vulnerado su derecho a la libertad de expresión– y el secuestro de la revista ‘El Jueves’ en 2007, por una portada satírica que ponía en el punto de mira a Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.

Cabe pensar que las querellas no han sido más por la autocensura de numerosos medios de comunicación, que durante tres décadas han delegado las investigaciones sobre la monarquía a la versión rosa y edulcorada de la prensa del corazón. Una anécdota revelada recientemente por el director de El Diario.es, Ignacio Escolar, daba cuenta de la presión de la monarquía sobre algunos medios de comunicación. Según Escolar, el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, habría trasladado el siguiente mensaje al conde de Godó, director de ‘La Vanguardia’: «El rey me pide que te recuerde que eres grande de España».

Pese a su reducido eco mediático, los pocos libros sobre la monarquía española han sido el único medio para salvar el tupido velo corrido por los grandes medios de comunicación. En Euskal Herria cabe destacar el histórico ‘Un rey golpe a golpe, biografía no autorizada de Juan Carlos de Borbón’ publicado por ‘Ardi Beltza’ en el año 2000. Le siguieron ‘Hasta la coronilla, autopsia de los Borbones’, de Iñaki Errazkin, y ‘Una monarquía protegida por la censura’, de Iñaki Anasagasti.

Contraste con la prensa internacional

El silencio generalizado de la prensa española ante los escándalos de la monarquía contrasta, y de qué manera, con la cobertura de la prensa internacional, que no ha dudado en poner en tela de juicio la figura de Juan Carlos de Borbón.

El poderoso ‘The New York Times’ ha sido uno de los más beligerantes con la corona española en los últimos meses. El 29 de setiembre publicó un duro artículo bajo el título ‘Un rey escarmentado que busca su redención’, en el que cuestionaba la forma en que el monarca ha amasado su destacable fortuna personal. Más recientemente, el 21 de febrero, el mismo diario revelaba las presiones de la Casa Real sobre los medios, que llegó a calificar de «agresivas». También en Estados Unidos, el ‘Washington Post’ calificó el 23 de febrero el escándalo del ‘caso Nóos’ como «uno de los peores» en la historia reciente de la monarquía española y destacó el esfuerzo de Mariano Rajoy por «proteger» a la Corona.

En el Estado francés, ‘Le Monde’ no dudó en mofarse, en octubre del año pasado, de la «congelación» salarial de la Casa Real, en un artículo titulado ‘Viajen como Reyes’ y en el que se criticaba la falta de trasparencia de la monarquía. ‘Libération’ no fue menos y el 24 de febrero de este año aseguró que «la familia real toca fondo».

Tampoco ha encontrado solidaridad la Corona en la prensa de estados monárquicos como Gran Bretaña, donde las críticas a la familia real británica son usuales y donde destacados medios como ‘The Guardian’ o ‘BBC’ han seguido de cerca la presunta vinculación de la Casa Real con los negocios de Iñaki Urdangarin. Pero el contraste entre la prensa española y la internacional no es nueva. Ya en el año 2000, en un artículo en el que no se criticaba precisamente a la monarquía, el periodista John Carlin escribía: «A diferencia de lo ocurre en el Reino Unido, en España existe una conspiración de silencio en la que participan todos los medios de comunicación en torno a la familia real».