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Barcelona

La movilización de la ultraderecha el 12 de octubre despierta las alarmas en Catalunya

Los mismos grupos de ultraderecha que asaltaron la librería Blanquerna en Madrid el día de la Diada convocan el próximo 12 de octubre una manifestación en Barcelona, algo que ya ha despertado las alarmas de los vecinos ante los posibles episodios de violencia y agresiones. Al día siguiente la Iglesia católica beatifica a más de 500 «mártires», la inmensa mayoría muertos durante la Guerra Civil.

Ellos mismos se han encargado de calentar el ambiente. El día 11 de setiembre asaltaron la librería Blanquerna en Madrid, donde se celebraba un acto de la Diada catalana, al grito de «no nos engañen, Catalunya es España». Poco después, un dirigente de Alianza Nacional –uno de los grupos responsables del asalto– apareció tranquilamente en una televisión estatal asegurando que «no se escindirá ningún territorio de España sin que haya sangre, eso lo pueden tener bien claro todos». En el mismo acto, organizado por la plataforma La España en Marcha se quemaron «trapos separatistas»; a saber, unas ‘estelades’ y una bandera de ‘Euskal Presoak Euskal Herrira’.

Esta plataforma, formada por la Falange, Nudo Patriota Español, Alianza Nacional y Democracia Nacional, llama para este 12 de octubre a una manifestación en Barcelona, para la cual ya habría fletados varios autobuses. Acudirán, como lo hace la ultraderecha cada año, a la montaña de Montjuïc, pero lo novedoso es que lo harán en manifestación desde la plaza de Sants, atravesando la principal arteria de este barrio homónimo. Una presencia fascista que los vecinos de Sants consiguieron expulsar a Montjuïc después de años de intensa lucha.

Para seguir calentando el ambiente, los convocantes han publicado en las redes un vídeo amenazador, lo que ha disparado las alarmas de los vecinos y del movimiento antifascista, que ya ha empezado a movilizarse para prevenir posibles agresiones de los ultras. El pasado domingo, una masiva asamblea de vecinos y entidades del barrio acordó toda una serie de movilizaciones y actividades para el mismo 12 de octubre, así como para los días previos, con el objetivo de «evitar que la barbarie fascista se pasee por los corazones de nuestros barrios y agreda personas, comercios o locales sociales».

Así lo indicaron en un comunicado en el que advierten de que la movilización ultra, «anunciada como una cacería de independentistas, inmigrantes, homosexuales o gente de izquierdas, no tiene cabida y debe ser combatida firmemente por el conjunto de la sociedad». Por ello, una manifestación recorrerá las calles del barrio el jueves por la tarde, mientras que para el mismo 12 de octubre, la cita es en la misma plaza de Sants a primera hora de la mañana.

Además, las entidades convocantes se reunieron ayer con representantes del Ayuntamiento, a quienes trasladaron la exigencia de prohibir la manifestación de la ultraderecha. Una petición también formulada por los grupos municipales de PSC e ICV-EUiA en el Ayuntamiento de Barcelona.

La Iglesia católica, también

Al día siguiente, domingo 13 de octubre, la jerarquía eclesiástica celebra un macroacto en Tarragona, en el que beatificarán a 522 «mártires» cristianos, la mayoría muertos durante la Guerra Civil. El acto, organizado por la Conferencia Episcopal, no incluye ninguna autocrítica sobre el detalle de que la mayoría fueron muertos en una Guerra Civil iniciada por un golpe de estado que la jerarquía eclesiástica apoyó sin fisuras, ni de que entre los homenajeados solo se encuentran víctimas de uno de los bandos del conflicto bélico, olvidando incluso que en las filas republicanas también hubo católicos fusilados por el franquismo, como el histórico líder de Unió Democrática de Catalunya Manuel Carrasco i Formiguera.

Algo que ha despertado la indignación de numerosos sectores, unidos en la Coordinadora por la Laicidad y la Dignidad, desde la que denuncian que los actos del domingo son «un insulto a la memoria y a la historia». Por ello, han organizado una concentración para el mismo 13 de octubre.

Pero la alarma va más allá, ya que se teme que la ultraderecha presente el día 12 en Barcelona se traslade al día siguiente al acto de Tarragona, donde encontrará, probablemente, un ambiente más propicio para sus reivindicaciones y actividades. Así lo han denunciado incluso sectores cristianos como los de Església Plural, que teme que el acto se convierta en una fiesta de «exaltación españolista» y anticatalanista».