@zalduariz
València

Los trabajadores toman el control de Canal 9 mientras se activa la respuesta social

Tras el primer choque producido por el sorpresivo anuncio del cierre de Radiotelevisión Valenciana, ayer comenzó a activarse la respuesta, tanto social como profesional. Mientras la dirección dimitía, los trabajadores tomaron el control de las instalaciones con una programación dedicada a criticar el cierre. En la calle cientos de personas se concentraron para reivindicar unos medios públicos de calidad.

La de ayer fue, según muchos, la mejor programación de Canal 9 en mucho tiempo. Probablemente, también la que más audiencia, a través de Internet, consiguió en muchos años. Mientras la dirección de Radiotelevisión Valenciana dimitía en bloque por falta de confianza en el Govern, los trabajadores tomaron el control de las instalaciones y dedicaron el día a hablar críticamente del cierre, en toda una catarsis colectiva después de años y años de manipulación.

Nada más explícito sobre dicha catarsis que la carta publicada por la corresponsal de Canal 9 en Madrid, Iolanda Mármol, unas amargas líneas bajo un elocuente título: «Mis mentiras en Canal 9». Un breve pero intenso compendio de la manipulación y el nepotismo que, según denuncian los propios trabajadores, han sido la norma general durante casi dos décadas de gobiernos del PP.

Unos trabajadores que, después de años de anulación profesional y de dos años de lucha contra un ERE que hasta la Justicia encontró injusto, el lunes explotaron ante el anuncio de cierre inmediato, ocupando el plató de los informativos que hasta el día anterior se habían dedicado a loar los logros y milagros de la Generalitat comandada por el PP.

Respuesta social

La lucha por un Canal 9 desprestigiado ha sido, sobre todo, la lucha de sus trabajadores, ya que el funcionamiento del ente público lo había llevado a la marginalidad. Nadie lo veía. Sin embargo, el anuncio del cierre definitivo y unilateral ha empezado a activar también la respuesta social, ante el hecho de que los valencianos se pueden quedar sin un solo medio audiovisual que hable su lengua -el president, Alberto Fabra, también tiene bloqueadas las emisiones de TV3-.

Ayer centenares de personas se concentraron en plazas como la de la Mare de Déu de València, al grito de «Canal 9 no es tanca» y «Fabra dimissió». Los periodistas de Canal 9 conectaron en directo y la presentadora entonó entonces un ‘mea culpa’ necesario: «Hemos reaccionado tarde, demasiado tarde quizás, pero lo hemos hecho».

Las reacciones también se dejaron notar en la arena política, sobre todo a través de los diputados de Compromís y Esquerra Unida, que abandonaron sus escaños con duras palabras para los responsables del PP. Con la intención de unificar esfuerzos, ayer estaba prevista una primera reunión entre trabajadores, sindicatos y partidos de la oposición. El objetivo: paralizar el cierre antes de que este sea irreversible.