Entrevista
Maria Lucia Fattorelli
Auditoria ciudadana de la deuda en Brasil

«La deuda pública se ha transformado en un negocio de unos pocos»

Impulsora de la Auditoría Ciudadana de la Deuda en Brasil y en Ecuador estuvo en Bilbo invitada por ELA. Lo explica claro: el capitalismo «ha creado el problema de la deuda para hacer negocio y la salida vendrá de abajo a arriba, si somos capaces de conocer lo que hay y movilizarnos».

¿Qué es la deuda pública y por qué se genera?

En los libros se estudia que todos los estados de acuerdo a sus propias normas pueden endeudarse. Tiene un propósito de completar los recursos que el Estado no pudo recaudar de los tributos o de la explotación de de su riqueza y patrimonio. Debería ser una complementación de los recursos para que el Estado pueda cumplir su misión ante los ciudadanos.

¿Está demostrado que realmente se produce ese proceso?

En las experiencias de auditoría en que llegamos a estudiar los documentos, contratos, acuerdos, comprobamos que en muchos casos no se logra cuadrar lo que está en los instrumentos de deuda con los montos de los registros. Hay diferencias importantes. En Ecuador concluimos que gran parte de la deuda registrada en la década de los 70, que en los 80 se transfirió al Banco Central de Ecuador, era un simple registro de pagarés, sin contratos ni acuerdos.

¿Había desaparecido?

Era financiación de la dictadura. En la investigación de Brasil pasó casi lo mismo. Porque llegamos probar que los montos registrados en contratos no cuadraban con los registro. Los libros nos explican el milagro económico de Brasil, que no es tal. Hay una diferencia de casi 80% de registros. Los contratos que explicarían el milagro económico no llegarían al 20% del crecimiento de la deuda en la década de los 70. Intentamos profundizar, pero no encontramos documentos. Probablemente también fue parte de la financiación de la dictadura militar que tuvimos por más de 20 años. Pero como fue una iniciativa parlamentaria, no tuvimos apoyo del Gobierno como sí lo tuvimos en Ecuador. Esa dificultad nos impidió conocer todo esos extremos de la deuda. En Ecuador, la deuda pública financió a la dictadura y en Brasil lo sospechamos, sin duda.

Hay otras formas de generar deuda pública, según se está viendo en estos momentos.

Una de las más evidentes ha ocurrido en Europa. Es la transformación de deudas privadas en deudas públicas. Son los créditos y valores entregados a la banca. Esto es una deuda de la banca, un préstamo. La banca sería deudora del Estado, pero no pasa esto, sino que el Estado asume una deuda rifada, y toda la ciudadanía paga las consecuencias.

Como ocurrió antes en América Latina.

En Latinoamérica desde los años ochenta observamos varios procesos de sabotaje bancario, que es lo mismo que rescate bancario. En Ecuador, desde los años 80 y en Brasil, también y en los años 90 fueron públicos los procesos. Tenemos un libro sobre deuda de provincias de Brasil donde probamos como la refinanciación de la deuda de las provincias entraron como un paquete los pasivos de la banca privada.

¿Se beneficia a la banca?

Sí. También a grandes corporaciones empresariales, que tienen sus beneficios y mecanismos de generación de poder en Brasil. Ahora mismo, el Tesoro Nacional emite bonos de deuda interna con intereses superiores al 13% y entrega estos recursos al Banco Nacional del Desarrollo que los utiliza para prestar a las empresas privadas al 4%. De tal manera, que el Estado asume una deuda del 14% y el banco al 4%. La diferencia es deuda pública generada.

El Banco Central Europeo también ofrece dinero a los bancos al 0,25% y éstos compran deuda pública que renta al 6% o más.

Eso, eso. Probamos con estas operaciones que el endeudamiento público se transformó en un gran negocio financiero de unos pocos. El propósito del endeudamiento público para servir a un aporte de recursos al Estado prácticamente no existe.

¿Pagan grandes intereses?

Por supuesto. Creemos que es una distorsión del instrumento del endeudamiento público. Así, no podemos permitir el endeudamiento público porque genera más daño que beneficio. Es malo, Tenemos que rescatar el principio del endeudamiento público y tenemos que denunciar esa distorsión que están aplicando con la deuda. Es una perversión. Es ilegal e ilegítima. Solo sirve para enriquecer a unos pocos que hacen negocio.

¿A qué se refiere en concreto cuando habla de la distorsión?

A que el sistema financiero está utilizando un instrumento que debería ser legítimo, para su negocio. Si cualquiera tiene de sobra recursos, es legítimo que quiera prestar al Estado, para que pueda construir proyectos para el bien común. Pero hoy en Brasil, por ejemplo, es prácticamente imposible, solo la banca tiene acceso a la compra directa de bonos.

¿Se ha producido un crecimiento de la deuda?

El aumento de la deuda se está acelerando por las altísimas tasas de interés. Son las más altas del mundo.

¿Se está ahogando a la economía brasileña?

Claro. De la forma que se utiliza está siendo una justificación para continuar la privatización de empresas públicas del Estado. Los sectores de la energía, el transporte, la comunicación, etc están siendo privatizadas. Ahora va la estructura Estado: los puertos, los aeropuertos y, entre otras, las autopistas bajo la disculpa de que se necesita esa plata para el pago de la deuda y la intervención del Estado.

En una charla previa en la jornada organizada por ELA usted dijo que es necesario que en Europa aparezcan movimientos de auditoría ciudadana para que no sean ustedes el epicentro de las críticas.

Vemos desde el Sur que en Europa hay movilización social, lucha contra los recortes presupuestarios, que hay recortes de derechos sociales conquistados hace décadas, trabajadores del sector público y privado sufren. Hay mucha lucha, pero falta determinar el verdadero origen de todo esto. Hay que probar que existe una utilización de los Estados por el sistema financiero.

Quiere decir que si no se enseña el problema, ¿no hay problema?

Claro. Se culpa a una burbuja inmobiliaria, pero cómo va a ser así. Si hacemos una cuenta básica de lo que ya se entregó para la banca, se prueba fácilmente que recibió muchísimas veces el precio de todas las casas. Los datos del FED (Reserva Federal de EEUU) indican que inyectaron 16 billones de dólares a diferentes entidades bancarias. Ese discurso de la burbuja inmobiliaria es un escenario, una tentativa para transferir a la población la culpa, la responsabilidad de la crisis. Vemos que la financiarización mundial, que empezó a finales de los 70 con el fin de la paridad oro-dólar, permitió las posibilidad de crear papel. Con un dólar sin respaldo, la banca a partir de los años 90 pasó a crear papel sin respaldo, como los derivados. Cualquier activo propiedad de banca puede crear derivativos futuros. Se puede crear un serie de apuestas con determinado valor. Además, las banca logró el cambio de las leyes contables para registrar los derivados en sus balances.

¿Es dinero que no tienen?

Es una ficción. Pero sus balances quedaron inflados, son los que justificaron los préstamos. De tal manera, que la banca creó moneda. Una de las reglas más sagradas de este capitalismo financiarizado es el control de inflación. No hay un día que no se habla de inflación. La regla número uno es el control del volumen de moneda en circulación. Los Estados suben las tasas de intereses y lanzan una serie de medidas que provocan costes, para controlar inflación. Y, por otro lado, la banca crea moneda a partir de los balances inflados. Es una contradicción que no tiene sentido, salvo para permitir que unos pocos se enriquezcan.

¿Hay salida a esta situación?

Hay muchas iniciativas que se pueden poner en marcha. Una fundamental es el proceso de organización de la sociedad con conocimiento de la realidad financiera. Es necesario que vea lo que ocurre, para que compruebe este expolio que se está produciendo. La sociedad paga la cuenta de todas las maneras: por los elevados impuestos y los recortes de derechos. Si pagamos la cuenta pero no intentamos conocer porqué tenemos que pagar todo eso, nunca habrá cambio. Porque los que están por encima, no están afectados. Un ejemplo claro de esto es que no hay más que ver la venta de propiedades de lujo.Eso quiere decir que el proceso de saqueo de recursos sigue.

Este cambio no llegará de arriba para abajo, sino de abajo para arriba. Para eso, la gente tiene que conocer. La movilización en la calle es importante. Hay momentos para estar en la calle, en la manifestación, pero hay que tener conocimiento amplio, para que la gente que tienen principios y que no se va a vender, intente ocupar esos espacios. El día que esta gente logre ocupar los espacios políticos empezaremos a tener cambios efectivos. No es rápido. Es una construcción basada en la formación. Este es el camino. Creo que lo conseguiremos, aunque es largo.

«Lula da Silva fue el que más ganancias dio a los bancos, llegó vendido al puesto de presidente»

Dicen que medio Brasil es propiedad de multinacionales ¿es así?

Han cambiado las reglas, sin duda. las normas forestales, áreas naturales, zonas costeras con la privatización de los puertos. Es una ofensa para nuestra soberanía, Tiene querer con la soberanía, pero la justificación de estas medidas insanas es que necesitamos los recursos económicos para pagar deuda.

¿Qué deuda?

Ahí entra Auditoría Ciudadana.

Si se saben las consecuencias que ha generado el endeudamiento en América Latina, ¿por qué se traslada a otros lugares, aunque sepamos que es un gran negocio?

Porque es parte del sistema. Lo controlan quienes financian las campañas electorales. La mayoría de los electos de principales ejecutivos, presidentes de república, gobernantes, diputados, senadores, la inmensa mayoría recibe financiación de los bancos.

¿Ponen a los presidentes?

Los ponen.

Lula da Silva estuvo estuvo la semana pasa da aquí con Iberdrola. Dijo que en su mandato los bancos ganaron mucho.

Es el que más ganancia dio a los bancos. Llegó a sus puesto vendido, como todos. Hacen un discurso ante población, pero obran de otra manera.

Resulta dura escuchar esto.

Sí, pero tengo que decirlo. Sus mandatos ya fueron vendidos antes, porque llegaron ahí financiados por un sector que tienen intereses muy claros. No hay duda porqué están y por qué financian. Ocurrió que el PSOL (Socialismo y Libertad) nació de algunos expulsados del Partido de los Trabajadores porque, cuando Lula fue elegido, una de las primeras medidas fue la reforma de pensiones. Un modelo que cuando estaba Cardoso en la presidencia el PT no dejó aprobar. Cuando llego Lula, sube la rampa del Congreso y entrega la reforma más grave. No tenía sentido, algunos senadores y diputados votaron contra. Fueron expulsados, y fundaron otro.

¿Ocurre en más lugares?

Todo el mundo en el que existe capitalismo financiero está igual. Este modelo de capitalismo no funciona bien en ninguna parte. Estamos con problemas en todas las áreas. J.B.