Arantxa MANTEROLA

Constituidas todas las mancomunidades de municipios de Ipar Euskal Herria

Con la elección del presidente de la aglomeración de Hego Lapurdi, ya han quedado constituidas las diez mancomunidades de Ipar Euskal Herria en base a los representantes elegidos, por sufragio universal directo, en los últimos comicios municipales. La mayoría seguirán siendo regidas por la derecha. Los abertzales tendrán mayor presencia y algunos de ellos, cargos relevantes. La mancomunidad de Bidaxune es la única que será dirigida por una mujer.

Finalmente será Peyuco Duhart, alcalde de Donibane Lohizune, quien presidirá la mancomunidad de aglomeración Hego Lapurdi durante los próximos seis años. Era la última de las diez mancomunidades de municipios de Ipar Euskal Herria cuya presidencia quedaba por definir tras los últimos comicios locales celebrados en marzo. También ha sido la más disputada ya que el anterior presidente, Michel Hiriart, alcalde de Biriatu y compañero de partido de Duhart (UMP), pretendía renovar su cargo de presidente y el abertzale Filipe Aramendi, concejal de Urruña, optaba asimismo a la presidencia del ente que agrupa en su seno a doce municipios de la zona sur de Lapurdi.

Así, también la segunda comunidad de aglomeración estará bajo la batuta de la derecha. La otra es la Euskal Kosta-Aturri (ACBA) que reúne a Baiona, Angelu, Biarritz, Bidarte y Bokale y que ya eligió al alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, como presidente.

En realidad las presidencias de las otras mancomunidades vascas también han quedado, en general, en manos de la derecha -Errobi (Paul Baudry, alcalde de Basusarri); Errobi-Aturri (Roland Hirigoyen, alcalde de Mugerre); Iholdi-Oztibarre (Beñat Cachenaut, alcalde de Iholdi); Amikuze (Eric Narbaits-Jauregi, alcalde de Arboti-Zohota)- o bien de independientes no afiliados pero de tendencia de centro-derecha.

Es el caso de la mancomunidad de Hazparnealdea, que presidirá Pascal Jocou, electo de Beskoitze; de la de Bidaxune ,que será regida por Maider Behoteguy, electa de Bardoze; o de Zuberoa, donde Dominique Boscq, primer edil de Lakarri repite en el cargo.

Un abertzale por otro

La única mancomunidad que hasta ahora estaba dirigida por un abertzale de izquierda (Jean-Michel Galant), la de Garazi-Baigorri, ha quedado en manos de otro abertzale, pero de centro derecha. Se trata del alcalde de Arrosa, Beñat Arrabit, único alcalde de EAJ-PNB que fue elegido con el apoyo de la derecha.

Algunos abertzales han logrado puestos de relevancia, como Alain Iriart, alcalde de Hiriburu que será vicepresidente en la mancomunidad de Errobi-Aturri, o Daniel Oltzomendi, alcalde de Izura qu, sorprendentemente ha sido designado vicepresidente segundo en la de Iholdi-Oztibarre.

Esta era la primera vez en que se votaba directamente a los electos municipales que formarán parte de las instituciones supramunicipales. Hasta las últimas elecciones, eran designados por el grupo municipal mayoritario de cada localidad y, en consecuencia, la oposición tenía una presencia cuasi simbólica en su respectiva mancomunidad.

Dada la importancia creciente de las competencias que les han ido transferiendo los municipios, el sistema de designación era muy criticado por la falta de debate sobre las políticas que, al fin y al cabo, iban imponiéndose a nivel del territorio de la comunidad.

Es por ello que la ley de reforma de las colectividades territoriales de 2010 estableció que a partir de 2014 sus representantes fueran elegidos por sufragio universal directo. Así, en las papeletas de voto utilizadas para las últimas elecciones de marzo se indicaban las candidaturas municipales y en otra columna los candidatos propuestos para representar al municipio en su respectiva mancomunidad.

Importante evolución

Al hilo de los intentos de los diferentes gobiernos por modernizar el entramado administrativo-institucional, también el mapa de las mancomunidades ha sufrido una evolución muy importante en los últimos años, en general en todo el Estado.

En Ipar Euskal Herria ya todos los pueblos están integrados en las dos mancomunidades de aglomeración y las ocho mancomunidades de municipios, incluida la localidad labortana de Bastida que se resistía a hacerlo pero que, ante la inminencia de los comicios, hace unos meses fue obligada por el prefecto a optar por alguna de las mancomunidades limítrofes.

Verdaderas instituciones con presupuesto propio

Más allá de la simple gestión común de ciertos servicios, las mancomunidades cuentan con competencias que les son delegadas total o parcialmente por los municipios en materia de vivienda, política económica, cultural, transporte, medio ambiente, saneamiento, acción social... y elaboran y desarrollan un proyecto de ordenación territorial. También algunas competencias les pueden ser delegadas por el Consejo departamental. Se trata de instituciones con fiscalidad propia, es decir, cuentan con presupuesto específico.

Las que tienen uno o más municipios de más de 15.000 habitantes en su seno y que entre todos superan los 50.000 habitantes son mancomunidades de aglomeración y disponen de mayores competencias.

Aunque están cada vez más consolidadas, el peso que están adquiriendo en la gestión de la cosa pública crea recelo en particular en las localidades rurales, que, además de menguar en autonomía municipal, corren el riesgo de ver imponerse una ordenación territorial que les convierte en la periferia de las grandes localidades. A.M.