Alberto PRADILLA MADRID
Abdicación en plena crisis española

El Estado lanza una «sucesión exprés» blindada con la mayoría de PP y PSOE

En apenas 15 días, Felipe VI podría ser nombrado nuevo jefe del Estado español. El proceso de recambio monárquico apunta a una «sucesión exprés» después de que ayer el Gobierno aprobase la Ley de Abdicación, que será avalada con los votos de PP, PSOE, UPyD, UPN y FA el próximo miércoles 11. Tampoco hubo explicaciones. Los dos grandes partidos cierran filas mientras que el Ejecutivo busca figuras legales que mantengan la «inviolabilidad» ante la ley.

El Estado lanza una «sucesión exprés» blindada con la mayoría de PP y PSOE
El Estado lanza una «sucesión exprés» blindada con la mayoría de PP y PSOE

«Sucesión exprés» para evitar las exigencias de debate y votación sobre el modelo de Estado. Esta ha sido la respuesta de los principales poderes españoles al diseñar el calendario del recambio monárquico un día después de que Juan Carlos I anunciase su abdicación. El Gobierno español reunió a su Consejo de Ministros y elaboró en una mañana la ley que no desarrolló en 35 años. Después, el Congreso cumplió su parte, fijando para el miércoles 11 de junio el pleno donde se debatirá (y aprobará) esta normativa. De ahí pasará al Senado y, tras el trámite, llegará el momento del nombramiento ante las Cortes Generales (Congreso y Senado, en la sede de la Cámara Baja). A falta de la confirmación oficial, ya que las fechas tienen que recibir el visto bueno de la Casa Real, diversos medios apuntaban que el 18 de junio el sucesor podría ser nombrado Felipe VI. Un proceso finiquitado en un plazo récord de apenas dos semanas.

Con un único artículo de apenas 28 palabras, el Consejo de Ministros extraordinario solventó el proyecto de ley que regulará la abdicación del rey español. También se evitaron las explicaciones. Si el lunes la fórmula fue convocar declaraciones institucionales o proyectar una grabación del monarca, ayer el Ejecutivo se limitó a no convocar rueda de prensa. En su lugar, colgó el texto en la página web y lo remitió a las Cortes para su tramitación. La normativa se reduce a certificar la abdicación del Borbón y hacerla efectiva desde el momento en el que esta sea publicada en el BOE. Nada más. De este modo, Felipe de Borbón será rey antes de la ceremonia de proclamación.

Como ningún portavoz oficial ha dado explicaciones, queda por ver qué figura legal tratarán de construir desde el Estado para blindar a Juan Carlos de Borbón. Hasta el momento, la Constitución española garantizaba su «inviolabilidad» ante la ley. Pero la perderá desde el momento en el que su sucesión sea un hecho. Así que en Moncloa ya han empezado a trabajar para buscarle, al menos, un aforamiento similar al que ya protege a los actuales príncipes de Asturias. El origen de su fortuna o su vinculación con el franquismo (fue nombrado heredero por el propio Francisco Franco, lo que ha motivado que asociaciones de víctimas de la dictadura pretendan incluirle en la querella que instruye la juez argentina María Servini) serían ahora cuestiones que podrían investigarse. No obstante, todavía queda tiempo y Moncloa ya está dejando claro que pretende establecer algún mecanismo de protección.

Sin votos díscolos de Ferraz

Las prisas de los dos grandes partidos también quedaron en evidencia en el trámite parlamentario de la ley. En una misma mañana se votará en el Congreso su admisión (con cinco minutos de intervención para cada grupo) y su aprobación, garantizada por PP, PSOE y UPyD en lectura única y por el procedimiento de urgencia. También, se discutirán las enmiendas, que los grupos pueden presentar hasta el lunes pero que no prosperarán. Con la mayoría absoluta de Rajoy bastaba, sin embargo, el Estado tiene claro que el apoyo de la formación de Alfredo Pérez Rubalcaba dotaría de un barniz de legitimidad a la operación en un contexto de descrédito. Esta parece garantizada. Pese a que diputados como Odón Elorza han reclamado libertad de voto, la portavoz parlamentaria de Ferraz, Soraya Rodríguez descartó esta opción. Y también dudó de que puedan darse votos díscolos.

Las prisas con las que el Estado ha diseñado el proceso de sucesión borbónica ahonda en la idea de un acelerón en la maniobra para evitar un cambio en la correlación de fuerzas que hubiese obligado al debate.

De la «estabilidad» al tótem de la Constitución y el reto a cambiarla

Estabilidad fue la palabra fetiche de la jornada de la abdicación de Juan Carlos I. Ayer, sin embargo, la idea de «nosotros o el caos» dio paso al blindaje de la Constitución española y al llamamiento a intentar modificarla para quienes defienden un referéndum. Mariano Rajoy, que no ha comparecido en público para explicar un asunto que afecta al modelo de Estado, sí que acudió a un acto privado, organizado por la revista «The Economist». Allí fue interrogado por un periodista de este medio y descartó preguntar a la ciudadanía, aferrándose a los procedimientos incluidos en la Carta Magna. «Ahora hay quien pide un referéndum. Pueden hacerlo, pero tienen que respetar los procedimientos establecidos en la Constitución. Si esta Constitución no les gusta, planteen una reforma en las Cortes, tienen pleno derecho a hacerlo. Lo único que no pueden hacer en democracia es saltarse las leyes, la democracia es el imperio de la ley», dijo, aferrándose a la tesis de que la monarquía «tiene un apoyo mayoritario» al mismo tiempo que rechazaba que esta teoría pudiese refrendarse en las urnas.

En la misma línea, aunque de forma más contundente, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, respondió a una pregunta formulada por IU en la sesión de control del Congreso recordando el apoyo del PCE a la Carta Magna e instando a iniciar un proceso para modificarla en caso de querer un nuevo modelo de Estado. Un argumento que pretende hacer gala de la fuerza de los partidos del turnismo pero tiene su parte de verdad: quienes reclaman referéndum lo hacen en el contexto de un proceso constituyente. A. PRADILLA

Las fechas previstas:

2 de junio

El rey español anuncia su abdicación. Rápidamente, PP y PSOE expresan su apoyo e inician el proceso que deberá desembocar con el nombramiento de Felipe VI como nuevo jefe del Estado.

3 de junio

El Gobierno español aprueba la ley de abdicación. Una norma que, pese a que regula un hecho que debía de producirse, no se ha abordado desde la aprobación de la Constitución de 1978. Al mismo tiempo, el Congreso aprueba la celebración de un pleno para tramitar y avalar la normativa, como primer paso para su entrada en vigor.

7 de junio

Manifestación convocada en Madrid por partidos y organizaciones sociales reclamando un referéndum, la III República española y un proceso constituyente.

9 de junio

Fecha tope para presentar las enmiendas hasta las 20.00 horas.

11 de junio

Debate en el Congreso español sobre la ley de abdicación. Una vez aprobada con los votos de PP, PSOE, UPyD, CC, UPN y FA pasa al Senado. Este es el último paso del proceso que está completamente confirmado.

16-17 de junio

La ley pasaría al Senado para su aprobación. En la Cámara Alta, el debate podría tener lugar entre el 16 y el 17 de junio, aunque todavía no está confirmado. El 17 está previsto un acto en el Palacio Real en el que Juan Carlos de Borbón firme la ley en su último acto como jefe del Estado.

18 de junio

Tras la publicación en el BOE de la norma, Felipe VI sería coronado ante las Cortes Generales. Durante toda la jornada se especuló con que podría ser el 18 de junio, aunque todavía necesita el visto bueno de la Casa Real y la confirmación oficial.

El futuro rey dará hoy su primer discurso en Nafarroa

Felipe de Borbón dará su primer discurso tras anunciarse que ocupará el lugar de su padre como Jefe del Estado español hoy en Nafarroa. Lo hará durante su participación en la entrega del premio Príncipe de Viana de la Cultura en el monasterio de Leire, donde también estará acompañado por la presidenta del Gobierno de Iruñea, Yolanda Barcina, según informó el Ejecutivo a través de una nota. Está previsto que la ceremonia, a la que también asistirá la todavía princesa española Letizia, dé comienzo a las 11.30 horas. Tras diversos actos institucionales, se dará la paradoja de que los aún príncepes de Asturias y de Viana participen en un homenaje a los reyes de Nafarroa.

No es el primer acto público en el que el futuro rey español ha aparecido después de confirmarse la abdicación de su padre. Ayer, ambos coincidieron en una ceremonia de condecoraciones en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en Madrid. No deja de ser sintomático que los dos Borbones escogiesen una celebración militar para presentarse juntos tras el anuncio del recambio monárquico, aunque sí que se trataba de la primera vez que podía verse a Juan Carlos de Borbón después de haber anunciado que se marchaba a través de una grabación emitida por televisión. Como era de esperar, ayer el todavía rey se mostró parco en palabras, limitándose a unos agradecimientos durante la recepcion al presidente de Volkswagen. La próxima vez que se les vea juntos también tendrá carácter castrense. Será el domingo en el Día de las Fuerzas Armadas españolas, que ambos presidirán en Madrid. A.P.