Manuel Millera
Miembro de ATTAC Navarra-Nafarroa

Un ratoncito que piense

«Casi ningún representante público se plantea el no crecimiento. ¿Somos capaces de salir de la rueda? Una banca pública es posible, y los políticos pueden, si quieren, acabar con los privilegios de la banca. Capitalismo y democracia son incompatibles.»

Un ratoncito blanco es colocado delicadamente por una mano invisible dentro de una rueda. Por simple instinto comenzará a andar y luego a trotar. Se moverá cada vez más deprisa pensando que en algún momento conseguirá su objetivo. Correrá y correrá, según sus fuerzas, y no parará hasta quedar exhausto… su pequeño cerebro no le permite sacar conclusiones. Entonces, la mano no tendrá remordimientos. Tomará con suavidad al ratoncito de la cola y lo sustituirá por otro, tan blanco e inocente como el primero. Podemos poner nombre a esa mano, pero ¿podemos hacer pensar al ratón?


Nuestras mentes parecen cegadas por el discurso del eterno crecimiento. Parece claro que el capitalismo ha conseguido una importante victoria ideológica, aparte de la política, económica o militar. A la ciudadanía, el término deuda no le disgusta, le sirve para comprar coche o piso. El banco encantado. La entrada de la mujer al trabajo, y el aumento de la esperanza de vida, le ha permitido inventar los créditos a cincuenta años, una trampa interminable. Y la posible quiebra de los bancos, no deja de provocarnos un cierto temblor de rodillas.


Se considera deuda ilegítima  u odiosa la obtenida por un gobierno en contra de los intereses de sus habitantes, y tiene mucho que ver con la deuda militar. O bien cuando el gobierno es democrático, pero la deuda se asume no para el bien de su ciudadanía, sino para enriquecimiento privado. La deuda pública española asciende a un billón de euros (12 ceros), cerca del 100 % del PIB (cuando hace sólo 5 años era del 40%) y estamos pagando los intereses, que representan el 2º gasto del Estado, después de la SS. El crecimiento de la misma está descontrolado, por lo que hasta cualquier mal economista suspendido, sabe que es impagable ¿Y de donde consiguen dinero los bancos para pagar esta deuda? De un ente público como es el BCE. Se lo presta hoy al 0,25%, y luego el banco se lo presta al gobierno al 3,73 % o en Grecia incluso al 17%. Una cuestión política, no económica.


¿Por qué el BCE no presta directamente a los estados al 0,25% para evitar que intermediarios privados obtengan beneficios por nada y abaratar la factura de intereses? El Estado español ha pagado ya en intereses tres veces la deuda pública que tenía en 2000 y a día de hoy debe todavía casi el triple. En toda la Unión Europea se pagan 350.000 millones de euros anuales a la banca privada solo por el interés.


Se tienen datos sobre deuda desde hace 5.000 años, y según Bibiana Medialdea en «Qué hacemos con la deuda», conviene sacar 3 lecciones básicas. 1/ Cuando el deudor no puede pagar, no paga. 2/ La forma que adquiere el impago puede ser muy variada: retrasos, búsqueda de contrapartidas, renegociación o simplemente quita parcial o incluso total. 3/ El resultado del impago depende de la relación de fuerzas entre ambas partes, o sea, es un problema político. En Cuba en 1898, Rusia en 1917, la deuda alemana tras la 2ª GM, Cuba en 1959, o la deuda irakí, tras la invasión de EEUU. Toda la ayuda financiera anunciada en el terremoto 2004 de Haití ya está comprometida en el pago de la deuda. Los casos de Argentina en 2001 y Ecuador en 2007 ilustran que estas medidas pueden ser instrumentos útiles para garantizar el desarrollo económico futuro.


Cuenta Eric Tousaint que en Bélgica (2007) se logró algo: el Senado adoptó por mayoría, (34 vs 29), una resolución que pedía al gobierno presentase un informe sobre su participación en los organismos internacionales y la propuesta de anular unilateralmente las deudas odiosas. ¿Sabía que según una de las revistas científicas más acreditadas en salud, murieron 4,47 millones de niños durante el periodo 1990-2002 como consecuencia de las políticas de austeridad del FMI, casi tantos como judíos en el holocausto?


Además, Alemania tiene una importante deuda con el Estado español. En efecto, el acuerdo de Londres de 27 febrero 1953 permitió la anulación de gran parte de la deuda que Alemania contrajo por su ataque ilegal contra Europa. En este caso, el tema es doblemente sangrante porque fue la ayuda de Hitler a Franco lo que decidió la balanza hacia el lado fascista en la guerra civil (36-39) como un laboratorio cómodo para engrasar su maquinaria. El Estado español nunca pidió indemnizaciones de guerra a Alemania. ¿Cuánto valen 40 años de retraso?


Recapitulando. El Estado español recauda cada año 370.000 millones y gasta 470.000. Si alguien ganase 3.700€ y gastara 4.700€ (por ej. al trimestre) estaría muy preocupado, porque su déficit es del 27%. Pero no, el Estado lo divide por el total de su PIB y dice que es «solo» del 7%. Antes de los recortes, perdimos en un año 120.000 millones anuales, ahora con los recortes «solo» perdemos 100.000 millones. ¿Cuánto deberían recortar, según su teoría para equilibrar cuentas? Seis veces más. Demencial, imposible.


Parece claro que estos 5 años y medio desde la quiebra de Lehman Brothers nos han hecho más sensatos, ahorradores y previsores, pero ahora es preciso dar un salto cualitativo. Nuestro cerebro es mayor que el del roedor, pero no siempre nos permite dejar de correr. Casi ningún representante público se plantea el no crecimiento. ¿Somos capaces de salir de la rueda? Una banca pública es posible, y los políticos pueden, si quieren, acabar con los privilegios de la banca. Capitalismo y democracia son incompatibles. No hay otra alternativa: o la deuda, o nosotros y nosotras. Rescatemos el futuro. Primero una tarea política: identificar deuda ilegítima de manera democrática, y luego, una tarea técnica, que permita cuantificarla con el máximo rigor. ¿Nos ponemos a la tarea ya? ¿O prefiere seguir corriendo como el ratoncito hasta quedar agotado?

(*) Datos revisados por Joan Josep Bosch

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