Beñat Zaldua
Barcelona

La ANC busca caminos hacia la independencia

Surgida tras la resaca del proceso de consultas por la independencia, la Assemblea Nacional Catalana celebró el pasado 10 de marzo su reunión constituyente, en la que aprobó una hoja de ruta estratégica con el punto de mira fijado en 2014, año en el que proponen celebrar un referéndum sobre la independencia.

Acto público de presentación de la Assemblea Nacional Catalana en Girona
Acto público de presentación de la Assemblea Nacional Catalana en Girona

Testigo mudo de los años gloriosos del PSC, que en mejores tiempos para el socialismo lo llenaba en cada campaña electoral, y símbolo del regreso de CiU a la Generalitat en las elecciones de 2010, el Palau Sant Jordi acogió el pasado 10 de marzo la reunión constituyente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). El independentismo llenó de esta forma el espacio dejado en el lugar por el autonomismo de unos y el federalismo de otros, vías fracasadas que, según los organizadores, muestran la independencia como único camino de futuro.

Heredera inmediata de las consultas por la independencia inauguradas en Arenys de Munt el 13 de setiembre de 2009 -y con la Assemblea de Catalunya de los últimos años del franquismo como referente-, la ANC es una iniciativa de la sociedad civil catalana que rechaza explícitamente la tentación de convertirse en partido político. Apuesta por crear las condiciones idóneas para alcanzar la independencia y empujar a los partidos existentes a adoptarla como eje de sus programas.

El análisis que subyace bajo la ANC es el mismo que se realiza tanto en Euskal Herria como en la Moncloa: el modelo de Estado autonómico se ha agotado. A partir de ahí, según los promotores de la Assemblea, se abren dos caminos: el de la recentralización del Estado, por el que apostaría el Gobierno de Mariano Rajoy, y el de la secesión definitiva del Estado español. Con este marco, la Assemblea presenta la independencia como única estrategia posible para asegurar el futuro de Catalunya.

Independentismo transversal

Es también la argumentación del mismísimo expresident Jordi Pujol, que en una reciente y sonada entrevista televisiva, admitió el fracaso de la vía autonomista defendida por él durante tantos años y reconoció que ya no le quedan argumentos para rebatir a los independentistas. En la otra punta de este independentismo transversal encontramos al catedrático de la Universitat Pompeu Fabra Ferran Requejo, uno de los padres ideológicos del Estatut del Tripartit y tradicional defensor del federalismo socialista que, en un recorrido paralelo al del expresident, abraza desde hace un tiempo la causa independentista y ejerce como una de las cabezas visibles de la Assemblea. Los casos de Pujol y Requejo son dos muestras de este independentismo transversal del Principat, en el que se encuadran desde militantes catalanistas del PSC, como Pere Pugès, hasta sectores de Unió Democrática de Catalunya, como el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal -también presidente de la Associació de Municipis per la Independència-.

Tan amplio es el espectro de este independentismo transversal que en él caben también agentes de los Mossos de Esquadra, que recientemente inauguraron una asamblea sectorial de la ANC, o el secretario general de UGT en Catalunya, Josep Maria Álvarez, que estuvo presente en el Palau Sant Jordi; detalles que despiertan cierto recelo en más de un sector. De hecho, hasta personas relacionadas con la ultraderechista Plataforma per Catalunya se acercaron a la ANC, la cual les cerró el paso.

Jaume Soler, miembro del Secretariado de la ANC, explica que tuvieron que poner tres condiciones para que la mencionada transversalidad no se les fuera de las manos: «el respeto escrupuloso de los derechos humanos, las vías democráticas para alcanzar los objetivos marcados y la independencia como único fin, dejando de lado vías intermedias como el autonomismo o el federalismo».

Al mismo tiempo, Soler argumenta que esta transversalidad es imprescindible ya que, de lo contrario, «los partidos políticos nunca se pondrían de acuerdo por sí solos».

2014 en el punto de mira

Aunque el trabajo de construcción de la Assemblea arrancó el mismo día en que se celebró la primera consulta por la independencia en Arenys de Munt, no fue presentada en público hasta el final del proceso de las consultas, que culminó el 10 de abril de 2011 con el referéndum celebrado en Barcelona y en otros municipios.

Apenas tres semanas después del fin de las consultas, el 30 de abril, los promotores de la ANC celebraron la Conferencia Nacional por el Estado Propio, en la que se aprobó una declaración en la que, entre otras cosas, se podía leer: «Ha llegado la hora de unir esfuerzos para que las voluntades actuales a favor de la soberanía se agrupen y así se multipliquen y se conviertan en mayoritarias».

Con ese anhelo, en la Conferencia se trazó una hoja de ruta -que marca 2014 como año de la independencia-, cuyo primer punto era la extensión territorial. Esta se ha cumplido satisfactoriamente en los últimos meses, con la creación de más de 250 asambleas locales.

En la hoja de ruta diseñada en la Conferencia de abril y aprobada en la Constituyente de marzo, la ANC trazó un plan de tres años, cuya primera estación es la Marxa cap a la Independència iniciada el pasado 31 de mayo en Lleida. Después de pisar durante el verano todos los municipios del Principat, las diferentes columnas confluirán en Barcelona en la Diada del 11 de setiembre, donde quieren celebrar una gran manifestación unitaria por primera vez en muchos años.

Si todo sigue el curso previsto en la hoja de ruta, la siguiente parada en el camino se produciría en la primavera de 2013, cuando entraría en juego la otra pata del proyecto: la Associació de Municipis per la Independència. La Assemblea se volcaría entonces en apoyar la celebración de referéndums municipales por la independencia, debidamente encuadrados en la Ley de Consultas que CiU, ERC e ICV-EUiA desarrollan en el Parlament.

Siguiendo con la hoja de ruta, la Assemblea tendría entonces año y medio para preparar el punto culminante de todo el proceso, con la fecha simbólica del 11 de setiembre de 2014 en mente. Ese día se conmemorará el 300 aniversario de la entrada de las tropas borbónicas en la ciudad de Barcelona.

Pero además del día histórico, en esas fechas se celebrarán también las elecciones al Parlament de Catalunya, siempre y cuando la crisis económica, el ambiente en la calle y la frágil geometría variable del actual Govern no provoquen unos comicios anticipados.

El objetivo de la Assemblea para tan señalada fecha, siempre según la hoja de ruta, será haber empujado a una mayoría de partidos a integrar el referéndum sobre la independencia como primer punto indiscutible de su programa, de modo que el Govern nacido de los comicios convoque una consulta vinculante. Si el resultado fuese favorable a la independencia, el camino a recorrer entonces sería la secesión unilateral, siguiendo el precedente marcado, entre otros, por Kosovo.