COLIN FOX
EDINBURGO

¿Por qué los socialistas deben apoyar la independencia?

Colin Fox es el portavoz del Scottish Socialist Party y fue parlamentario escocés. En este artículo, publicado en el The Morning Star on Independence (y recogido en su propio blog), desgrana las razones por la que su partido apoya la campaña por la Independencia en Escocia y dibuja el contexto en el que se vive la manifestación de este sábado en Edinburgo.

Colin Fox. sspcolinfox.blogspot.fr
Colin Fox. sspcolinfox.blogspot.fr

Tommy Docherty, el legendario genio y manager del Manchester United, después de que su equipo sufriese una derrota humillante dijo lo siguiente: «Hemos perdido 4-0, y francamente, tuvimos suerte de conseguir el cero».

Los ‘Tories’ en Escocia saben exactamente cómo se sintió, ya que tan solo cuentan con un parlamentario de 56 posibles, y ¡tienen suerte de tener ese! Y todavía, por increíble que parezca, sus compañeros de coalición son aún más menospreciados. Los Demócrata-Liberales no cuentan con ningún representante de circunscripción en tierra firme Escocesa y fueron ‘destrozados’ en las últimas elecciones locales por unirse a los odiados ‘Tories’ en Westminster.

Todo eso les presenta a los laboristas un gran dilema. Como animadores de la campaña ‘No a la Independencia’ están en coalición con los ‘Tories’ y los Liberal-demócratas. El exparlamentario escocés Charlie Gordon, que perdió su puesto ante el SNP (Scottish National Party) expresó el extendido desasosiego entre la gente de Ed Miliband cuando twiteó recientemente, «los millones de los Tories y los activistas laboristas ‘Mejor Juntos’!!*??»

Esta es la oposición política que se enfrenta al exuberante movimiento independentista que marchará por Edinburgo este sábado. Será la primera vez que los seguidores tengan la oportunidad de reunirse desde que se lanzase la campaña ‘Yes Scotland’ en junio. Promete ser un día completo. El Primer Ministro Alex Salmond tomará la palabra por parte del SNP como Patrick Harvie lo hará de parte de los Verdes y y yo mismo por el SSP (Scottish Socialist Party). Nuestros tres partidos —fundadores de la Scottish Independence Convention en 2005 — se reunirán con miles de personas que llegarán de toda Escocia, incluyendo a muchos provenientes de comunidades cívicas y culturales.

Es digno de atención que los términos del debate han cambiado significativamente desde los 90. Los ‘Unionistas’ aceptan ahora que Escocia es una nación con el derecho inalienable de autodeterminación. También aceptan que Escocia es perfectamente capaz de gestionar sus asuntos, e incluso admiten que seríamos una de las naciones más ricas del mundo. No siempre fue así. Pero ellos insisten, «estaríamos incluso mejor siendo parte del Reino Unido». Volveré sobre este argumento, pero primero es importante remarcar que el que los socialistas apoyemos la autodeterminación no nos hace nacionalistas. Lenin, por ejemplo, apoyó el derecho de los pueblos a la autodeterminación, lo hicieron Rosa Luxemburg, John Maclean y James Connolly. Nadie que conozca su trabajo les llamaría ‘nacionalistas’.

La independencia no está reñida con la lucha de clases, es parte de ella. Y para el Partido Socialista Escocés Independencia quiere decir que los escoceses serán libres del dominio neoliberal de los especuladores financieros que dominan la economía del mundo a día de hoy. El SSP ve en la Independencia un paso hacía una sociedad mejor, y no un fin en sí mismo. Trabajamos por una Escocia socialista independiente, una república democrática moderna. Y esta visión esta concitando mayor apoyo a medida que se desarrolla este debate.

El SSP alega que si todos los ingresos, rendimientos, tasas, impuestos y tributos recaudados en Escocia, y actualmente transferidos al Tesoro del Reino Unido, se quedasen aquí, es evidente el razonamiento de que Escocia sería un emplazamiento más próspero. Pero también aceptamos que la gente trabajadora solo estará mejor si lucha por compartir esta riqueza. No hay ninguna mejora automática que se derive de la Independencia. Solo la clase trabajadora puede mejorar sus estándares colectivos de vida. Y mejorarlos es imprescindible, porque Escocia padece una de las peores condiciones sociales en el Reino Unido. Con 225.000 personas oficialmente desempleadas y cerca de 800.000 trabajadores a tiempo parcial o temporal ganando el mínimo nacional (£6.08), hace falta mucha ayuda. Una de cada tres unidades familiares tirita en la pobreza en cuanto a los estándares de vida, y la calidad de vida se desploma sin remedio. Las obscenas desigualdades escocesas se extienden y no disminuyen mientras padecemos el cañón de la peor recesión económica en 80 años. Los 1.700 empleos perdidos esta semana en Halls of Broxburn son simplemente el último caso en una larga cola de reveses comunes.

El debate, hasta ahora, ha sido ampliamente criticado por estar demasiado enfocado en temas de procedimiento: si habrá una sola cuestión o dos en la papeleta de voto, si el Parlamento tiene poder legal para convocar el Referéndum, quién supervisará el proceso electoral... Estos temas deben derivar pronto en fijar el debate en el tema más importante: ¿La clase trabajadora estará mejor con la Independencia o no?

‘Mejor Juntos’ argumenta que Escocia recibe ganancias desde la Unión. La verdad es que el capitalismo británico impide el avance de la clase trabajadora escocesa. Deniega oportunidades y ahora está llevando a cabo drásticos recortes en sus servicios públicos básicos. Igualmente, el belicismo británico, con el quinto presupuesto mayor en el mundo, nos avergüenza a todos al ser usado para ocupar Afganistán, habiendo invadido Iraq y bombardeado Libya.

Todo esto provoca una creciente pregunta directa para el progresismo escocés. ¿Debemos sustentar nuestras esperanzas en otro Gobierno Laborista inútil, o fijar rumbo a la Independencia? Ed Miliband promete más recortes, más belicismo, más exenciones de impuestos para los ricos, más subidas para la clase trabajadora, más privatización y más asaltos contra las libertades públicas. Hemos tenido suficiente de todo eso. El carácter social democrático escocés se manifiesta en otras decisiones — la abolición de las cargas en la sanidad, gratuidad de los cuidados a ancianos, educación universitaria gratuita... Estas prestaciones significan el compromiso escocés con el colectivismo y el rechazo a la austeridad, recortes y casi todo de los ‘Tories’.

El movimiento por la Independencia tiene una oportunidad excepcional de transformar Escocia y de proveer al país con la política que necesitan los ciudadanos. El camino para ganar el Referéndum es abrazar esta ‘agenda transformacional’ y promover una visión alternativa para Escocia; una que rechace lo neoliberal, el actual modelo capitalista belicista ofertado.