Orsola CASAGRANDE
ROMA
Elkarrizketa
Paolo Ferrero
Secretario de Rifondazione Comunista

«Urge, en Italia y Europa, una izquierda autónoma de los poderes fuertes, los bancos, el Vaticano...»

Paolo Ferrero es el secretario general de Rifondazione Comunista que, junto a Cambiare si può, Italia dei Valori, Movimiento Arancione, Verdi, Nuovo Partido d´Azione y Partito dei Comunisti italiani forman para de la coalición.

Paolo Ferrero
Paolo Ferrero

Tras un largo y nada fácil debate, Rifondazione decidió entrar en la coalición Rivoluzione Civile. ¿Por qué?
Porque conseguimos construir en el plazo de un mes una lista unitaria antiliberal. Con tiempo, las cosas se podrían haber hecho mejor. Pero estoy satisfecho. El programa de Rivoluzione Civile se acerca mucho al nuestro.

¿Puede concretar ese acercamiento?
Rivoluzione Civile está contra el Pacto Fiscal Europeo. Estamos de acuerdo en un impuesto de patrimonio, y en acabar con los gastos innecesarios, los militares, las grandes obras como el TAV... Por fin, hay que anular la ley de jubilación del Gobierno técnico de Monti.

¿Coinciden sobre el asunto del trabajo?
Todas las fuerzas que forman parte de la coalición han apoyado la recogida de firmas para el referéndum sobre el articulo 18 (que garantizaba la tutela de los trabajadores despedidos incluso en empresas pequeñas), la abolición de la reforma de las pensiones, la redistribución del crédito y un salario social.

En Rivoluzione Civile también está el exministro de Infraestructura, que fue el que empezó el TAV en el Valle de Susa.
Siempre hemos dicho que estamos contra el TAV. No es una coincidencia que hayamos propuesto como candidato al alcalde de una ciudad del Valle de Susa abiertamente antiTav. Es verdad que hay posiciones diferentes, pero hemos llegado a un buen punto de debate y de acuerdo.

Parece que la idea de una Syriza italiana que usted proponía está germinando.
Cada país tiene sus caminos, pero sí me gusta pensar que Rivoluzione Civile es una parte de aquella idea. No es suficiente, pero es un inicio.

Hay quien piensa que la izquierda ha perdido otra vez porque no ha sido capaz de unirse.  ¿No había posibilidad de una unión con Sinistra Ecologia e Libertà de Nichi Vendola, que se presentarán con el PD de Bersani?
Hay similitudes entre los programas de SEL y de Rivoluzione Civile, pero el asunto hoy en Italia, como en Europa, es construir una izquierda autónoma de los poderes fuertes, los bancos, la Confindustria (patronal), el Vaticano...

El PD no tiene ninguna autonomía. Por eso la propuesta de SEL es ineficaz. Este es el núcleo de la división: no lo que decimos, sino cuál es el camino que entendemos se debe hacer para obtenerlo. El nuestro es acumular fuerzas sobre posiciones alternativas. Queremos ir al Gobierno, pero teniendo seguro que podremos hacer las reformas. SEL, al contrario, repite el error cometido por la izquierda muchas veces: quiere gobernar sin preocuparse de tener la fuerza para imponer su plan antiliberal. El final ya lo conocemos.

¿Está usted totalmente convencido de que el 26 de febrero no empezarán los problemas en la coalición?
Estoy seguro de que no será así. Vamos a constituir un grupo único en la Cámara y a trabajar porque en el territorio se construyan asambleas de Rivoluzione Civile, como lugar y espacio publico, abierto y de izquierda. Los diputados tendrán que responder a la coalición, no a su partido o asociación.