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Bruselas

Ada Colau, en Bruselas: «Está habiendo una gravísima criminalización»

La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, ha denunciado ante el Parlamento Europeo la «gravisima criminalización» del movimiento social contra los abusos hipotecarios y ha destacado que «aquí que en España, un país del llamado primer mundo, se vulneran sistemáticamente los derechos humanos».

La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, ha dicho ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PE) que «el Gobierno ayuda a los bancos en vez de a las personas».

«Tanto este gobierno del PP como el anterior ejecutivo del PSOE se han limitado a aprobar rescates para la banca, las mismas entidades que han estafado a gran parte de la población con las hipotecas y otros productos», señaló Colau ante los eurodiputados, a los que ha querido hacer llegar el problema de los desahucios.

Colau ha denunciado ante el Parlamento Europeo que los ciudadanos son los que se han movilizado por los afectados de la hipoteca y que por ello han sido «criminalizados».

«Está habiendo una gravísima criminalización, se nos llama nazis y terroristas y se nos ponen altísimas multas», ha asegurado ante la comisión europarlamentaria.

Colau ha participado junto a un colectivo de afectados por las preferentes y el impago de hipotecas en la presentación de sus reivindicaciones ante esa comisión del PE, un órgano consultivo pero con capacidad para apelar a la acción de las autoridades.

La activista se ha presentado como «la cara visible en España» de una lacra que afecta a 400.000 personas en España.

«Nos parece destacable explicar aquí que en España, un país del llamado primer mundo, se vulneran sistemáticamente los derechos humanos», ha dicho la activista, en relación al número de personas que se ven desahuciadas y sin vivienda.

Ha censurado también que «los ciudadanos accedieron a la vivienda porque así lo recomendaba el propio Estado» y cuando estalló la crisis inmobiliaria «la responsabilidad recayó no en las entidades financieras que vendieron esas hipotecas sino en las familias más vulnerables».