Representantes de Sortu, la secretaria de Política Exterior de EA, Lorena López de Lacalle, y el miembro de Aralar y eurodiputado, Inaki Irazabalbeitia, han acudido este jueves con una delegación de parlamentarios de la Alianza Libre Europea (ALE) a la cárcel de Logroño con la intención de visitar a Arnaldo Otegi.

Sin embargo, según ha informado Sortu, a las puertas de la prisión les han comunicado que la visita con el líder independentista les ha sido denegada. Los trámites para la visita se efectuaron el pasado 5 de junio pero la dirección de la cárcel no respondió y hoy ha argumentado que no existe constancia de ninguna petición.

Después de una hora haciendo gestiones, un mando de la Guardia Civil ha salido para comunicarles que no podían efectuar la visita. Durante ese tiempo los representantes vascos han sido identificados.

El diputado flamenco Mark Demesmaeker y el eurodiputado de Corsica François Alfonsi deseaban expresar su «apoyo y solidaridad» con los dirigentes independentistas encarcelados, «porque resulta un despropósito que en el seno de la UE se encarcele a dirigentes políticos que con sus hechos y palabras han apostado por vías políticas para la solución del conflicto vasco». Junto a ellos también ha acudido la eurodiputada Tatjana Zdanoka.

A través de una nota, Aralar ha denunciado «el rechazo que supone una obstrucción a los derechos democráticos y a la existencia que cada estado miembro de la UE debe prestar a todo eurodiputado en el ejercicio de su mandato».

Los eurodiputados han exigido la liberación inmediata de Arnaldo Otegi. «Esta liberación es indispensable para que Euskal Herria construya, 15 años después de Irlanda, su propio proceso de paz. Es indispensable para Euskal Herria, para España, para Francia y para Europa», han subrayado.

«Escandalizados»

En una comparecencia que ha tenido lugar por la tarde en el Parlamento de Gasteiz, François Alfonsi ha dicho que se sienten «escandalizados» por lo ocurrido y ha recordado que los estados miembros de la Unión Europea tienen la obligación de ayudar a los parlamentarios en el ejercicio de su mandato.

Demesmaeker se ha mostrado también «muy decepcionado» por esta actuación, contra la que va a levantar la voz «una y otra vez», ha anunciado, porque Europa «pierde credibilidad cuando levanta el dedo ante el resto del mundo en relación con los derechos humanos y luego se mantiene sorda y muda con los presos políticos en España».

Zdanoka ha insistido en que lo ocurrido hoy, cuando han intentado visitar a un «preso de conciencia», es un «buen ejemplo» de que en determinados países no se cumple con los «estándares de defensa de los derechos humanos».