Jacqueline McGLADE

Diseñar el futuro

«El futuro será diferente de lo que esperamos. Lo que hacemos es planificar con miras a esa incertidumbre», afirma Johan van der Pol, director adjunto de Dura Vermeer, una constructora neerlandesa que se encarga del diseño y construcción de Ijburg, un nuevo distrito flotante de Ámsterdam.

Unos niños juegan en la calle en el barrio de Vauban, en Freiburg (Alemania).
Unos niños juegan en la calle en el barrio de Vauban, en Freiburg (Alemania).

El aumento de la población y la elevación del nivel del mar ha obligado a esta ciudad a ser creativa y experimentar con nuevos sistemas arquitectónicos sobre el agua misma. Las nuevas casas están «amarradas» a pasarelas flotantes y conectadas a servicios de suministro de agua y electricidad y saneamientos. Se pueden desconectar fácilmente y trasladarse a otro sitio, con lo que el concepto de «casa móvil» adquiere un significado totalmente nuevo. Este desarrollo incluye huertas flotantes, donde se cultivan todo tipo de frutas y hortalizas.

Las casas flotantes de Ijburg son tan solo un ejemplo de nuevas tendencias en la arquitectura y la ordenación urbana. Los impactos del cambio climático van desde las sequías y olas de calor del sur de Europa hasta las inundaciones del centro y norte. Las ciudades deben adaptarse. En lugar de limitarse a reforzar las barreras contra inundaciones o promover la navegación, algunos arquitectos, ingenieros y técnicos de ordenación urbana trabajan en un enfoque completamente nuevo de la vida en el medio urbano. Creen que los paisajes urbanos pueden convertirse en los ecosistemas urbanos del futuro.

«Las ciudades europeas se enfrentan a diferentes retos que exigen diferentes respuestas –afirma Ronan Uhel, director del programa de Sistemas Naturales y Vulnerabilidad de la Agencia Europea de Medio Ambiente–. Las primeras ciudades en implementar medidas serán las que obtengan mayores rendimientos de sus inversiones en adaptación. Pero, hasta la fecha, muy pocas ciudades europeas han iniciado estrategias que permiten adaptarse a las nuevas circunstancias del cambio climático y, en todo caso, se limitan por el momento a proyectos de pequeña escala».

En estos momentos, lo más importante sería mejorar el intercambio de experiencias y mejores prácticas.

«Thisted es una pequeña localidad del oeste de Dinamarca que produce toda la energía que consume. A veces, incluso deriva energía a la red nacional. Esta localidad está recuperando su destino. Suena filosófico, pero se trata precisamente de eso: de recuperar quienes somos», afirma Ronan Uhel.