@zalduariz
Iruñea

Televisiones en apuros

La crisis y la gestión que de ella hacen las diferentes administraciones públicas están llevando al límite a las televisiones públicas autonómicas, con especial incidencia en los territorios nacionales en los que cumplen una importante función política, cultural y lingüística, como Euskal Herria, Països Catalans y Galiza.

Protesta de LAB contra la opaca gestión del entramado empresarial de EiTB. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)
Protesta de LAB contra la opaca gestión del entramado empresarial de EiTB. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)

Los recortes en las televisiones autonómicas no son patrimonio exclusivo de las naciones sin estado. De hecho, no hay que moverse de la capital para encontrarse con un claro ejemplo de ello. Se trata de Telemadrid, símbolo de la televisión pública al servicio del Gobierno autonómico de turno, así como de medio de comunicación público recortado por la crisis o, según como se mire, gracias a la crisis. Sin embargo, es también un ejemplo de la lucha de sus trabajadores, que recientemente obtuvieron una importante victoria judicial, al declarar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ilegales los 829 despidos realizados por el Gobierno madrileño.

Pero la dimensión social y política de una televisión pública adquiere mayor importancia en aquellos territorios nacionales en los que se convierte en altavoz cultural y desempeña una importante labor de normalización lingüística. Por ello, es precisamente en Euskal Herria, Països Catalans y Galiza donde se dejan notar con mayor fuerza los recortes en los medios de comunicación públicos.

La palma, probablemente se la llevan los Països Catalans. En el País Valencià, un ERE se ha llevado por delante a 843 trabajadores de Canal 9, prácticamente la mitad de la plantilla, mientras que en las Illes, han sido las diferentes y numerosas empresas subcontratadas las que se han llevado los mayores recortes en IB3. Cabe destacar que en Baleares hasta los servicios de información están externalizados.

En el Principat, la que durante muchos años fue una de las joyas de la corona de la Catalunya de Pujol, TV3, tampoco se ha salvado de la quema. Desde el regreso de CiU al Govern en 2010, los medios públicos catalanes englobados en la Corporació Catalana de Mitjants Audiovisuals (CCMA) han visto reducido su presupuesto hasta en un tercio. La guinda la ha puesto el ERE anunciado en junio, todavía en fase de negociación -CiU y ERC impidieron que el Parlament acordase su retirada-. La propuesta de la dirección es el despido de más de 300 trabajadores de TV3 y Catalunya Radio, algo que ha puesto en pie de guerra a periodistas y técnicos, que durante las últimas semanas han realizado numerosas huelgas parciales, afectando notablemente la programación de los medios públicos. En el aire queda, además, la posibilidad de convocar una huelga los días 10 y 11 de setiembre, coincidiendo con la Diada Nacional.

En Galiza los recortes más significativos empezaron en 2011, cuando la Compañía de Radio y Televisión (CRTVG), prescindió de 1000 trabajadores contratados para quedarse con los 200 trabajadores con plaza por oposición. Además, populares y socialistas aprobaron una nueva Ley de medios públicos que permite, según los trabajadores -que también fueron a la huelga-, la externalización y, por tanto, la privatización de servicios antes ofrecidos por el ente público.

Tampoco en la CAV, donde al menos hasta hace pocos meses la crisis ha golpeado menos, se ha salvado EiTB de los recortes, aplicados sobre todo a servicios externalizados como los de internet, gestionados por la empresa M4F, cuyos trabajadores han conseguido que la empresa retire el ERE de extinción con el que preveía despedir a 27 empleados. Eso sí, a cambio de una notable rebaja en las condiciones laborales de todos.