En declaraciones a los medios en la movilización de Bilbo, el secretario general de ELA, Txiki Muñoz, ha pedido a los políticos «que se bajen de la limusina y atiendan las reclamaciones sociales».

En este sentido, ha exigido a los partidos vascos «que despierten» de su actitud «pasiva» frente a la reforma que está poniendo en marcha el Ejecutivo de Mariano Rajoy y ha reclamado que «el deterioro social que provoca Madrid se supla desde Euskal Herria».

Según ha criticado, esa reforma del sistema de pensiones «es un regalo para la banca» porque busca «forzar a la gente a contratar seguros privados» y ha reprochado a partidos e instituciones vascas que «den por bueno todo lo que viene de Madrid».

En Donostia, la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, ha reclamado pasos hacia un sistema de pensiones propi para Euskal Herria que «sea viable y garantice unas prestaciones dignas».
También ha pedido a las administraciones vascas que no se excusem bajo el argumento de que «esto lo decide Madrid», ya que «aquí hay mucho que hacer», como la aprobación de medidas para «complementar» económicamente las pensiones.

Las manifestaciones han concluido con la lectura de un comunicado en el que los convocantes han reivindicado que las pensiones «son un derecho, no un negocio», y han reclamado unas pensiones «dignas para todas las personas».

Asimismo, han rechazado los recortes que «reducen la cuantía de las nuevas pensiones y el poder adquisitivo» y han exigido que la legislación sobre las pensiones «se adopte en Euskal Herria».