El portavoz del Ejecutivo de Lakua y consejero de Administración Pública y Justicia, Josu Erkoreka, acompañado del diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, del teniente alcalde de Zestoa, Rubén Alberdi, y el secretario general de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Juantxo Agirre, ha realizado una visita a esta iniciativa impulsada por Aranzadi y con un coste de 25.327 euros que financian el Gobierno de Lakua, Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Zestoa.

Según ha explicado, se trata de una experiencia piloto que tiene como objetivo «impulsar la mejora de los servicios penitenciarios y de los programas de reeducación y reinserción». Además, se busca posibilitar a los presos una formación y experiencia laboral que facilite su inserción social y laboral, crear una dinámica de colaboración entre diferentes instituciones y entidades de cara a lograr esa inclusión laboral.

También se persigue dignificar la función de reinserción social de los centros penitenciarios ante la sociedad y el entramado institucional vasco y recuperar un conjunto de edificios «emblemáticos», la estación de ferrocarril Balneario de Zestoa, que forma parte del patrimonio cultural de Euskal Herria, y su entorno.

El programa se desarrollará durante 20 días, es de carácter voluntario y, además de la formación práctica, incluye cuatro clases teóricas sobre derechos humanos, igualdad de género y cultura del Euskal Herria.

Durante el desarrollo de la iniciativa el personal técnico de Aranzadi está en comunicación y contacto con los educadores del Centro Penitenciario de Martutene para un adecuado desarrollo de la experiencia.

Tras su participación en esta experiencia los presos obtendrán la cualificación profesional en operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción, una formación que mejorará sus expectativas de reinserción social.

Además de la cárcel de Martutene, también colaboran el Instituto Vasco de Criminología, el Colegio de Abogados de Gipuzkoa, la Escuela de Arquitectura de la UPV/EHU y la Fundación Ekain que se encargan de desarrollar las clases teóricas.

La estación del Balneario de Zestoa es un conjunto de tres edificios, almacén, los servicios y el edificio principal de las oficinas, construido en 1926 por el arquitecto Ramón Cortazar. Aranzadi tiene cedido su uso para promover la investigación científica-histórica a través del desarrollo de actividades de investigación y socialización del patrimonio cultural y medioambiental del Valle de Urola a su paso por Zestoa.