Los barrios de Altona, St. Pauli y Sternschanze de Hamburgo han sido declarados este fin de semana «lugares peligrosos» y se encuentran bajo vigilancia policial especial, lo que conlleva controles exhaustivos y prohibición de entrada para algunas personas.
En concreto, tan solo durante el fin de semana, la Policía ha dicho haber llevado a cabo 263 controles y haber expulsado a 62 personas de los citados distritos.
«En las últimas semanas, agentes y edificios policiales han sido objeto de repetidas agresiones», ha argumentado la Policía.
Movimientos sociales y partidos políticos de izquierda han criticado la declaración de «zonas peligrosas».
Todos estos hechos están teniendo un gran eco a través de las redes sociales, principalmente Twitter, a través de los hastags #Gefahrengebiet y #Hamburgo.
Los enfrentamientos han sido una constante desde que el pasado 21 de diciembre la Policía cargara contra miles de manifestantes –dejando cientos de heridos– que protestaban contra al cierre de Rote Flora, un antiguo cine ocupado desde 1989.
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