En tres autos firmados por el juez Pedro José Malagón, encargado de los concursos de acreedores de Fagor Electrodomésticos y todas sus filiales, se acuerda la admisión a trámite de las solicitudes de extinción de los empleos de estas cooperativas, que alegan sus «perdidas persistentes» y la imposibilidad de afrontar los salarios y de ocupar a la plantilla.

En los tres casos, tanto las empresas como sus administradores concursales argumentan que «resulta inevitable la extinción de todos los contratos por la imposibilidad de continuar la actividad productiva, la cual se encuentra en la práctica paralizada».

Según especifica el juez en sus autos, la extinción de los contratos afecta 335 personas: 106 de Fagor Electrodomésticos, 82 de Edesa y 147 de Grumal.

El juzgado establece la apertura de un periodo de consultas de un máximo de 30 días y convoca a la administración concursal y a los representantes de los trabajadores afectados, que deben formar una comisión unitaria que aúne a los empleados de las tres empresas.