Yolanda Barcina, que ha comparecido en rueda de prensa en el último día en el que tendría la posibilidad legal de adelantar las elecciones, ha señalado que no va a hacer uso de esta «excepcionalidad» y ha explicado que cuando se concurre a las elecciones, «el compromiso es para cuatro años y es lo que va a hacer el Gobierno».

Así, ha defendido que «la continuidad del Gobierno da confianza, seguridad y estabilidad a Navarra, frente a la incertidumbre que podríamos tener con un proceso electoral».

Barcina ha señalado que «unas elecciones en 2014 nos darían inestabilidad porque nos encontramos en una comunidad muy diversa, donde nunca ha habido mayorías absolutas, luego en un momento como este, hacer unas elecciones anticipadas incluso podría dar lugar a una incierta configuración de un Gobierno».

Además, ha destacado que «en un momento en el que tanto Navarra como el conjunto de España están comenzando a salir de esta difícil situación económica, el Gobierno de Navarra mantiene su compromiso firme con la estabilidad presupuestaria y no renuncia a tomar las medidas que son necesarias, unas medidas que están posibilitando que empecemos a ver ya que se está saliendo de esta difícil recesión económica»

«No vamos a tirar la toalla. No sería bueno para nuestra comunidad», ha destacado.

Críticas de la oposición

Mientras que para el PSN la decisión de Barcina es un «error», ha dicho Juan José Lizarbe, para Maiorga Ramírez, de Bildu, la presidenta tendría que devolver «la decencia» al Gobierno «dando la voz y la palabra» a los ciudadanos.

Sin embargo, su negativa a adelantar las elecciones supondrá que la oposición tendrá que articular medidas «progresistas, solidarias y transversales» en lo que resta de legislatura, ha precisado el portavoz de Aralar, Patxi Zabaleta, la misma idea que ha defendido José Miguel Nuin, de I-E, para evitar «una sociedad empobrecida y desigual».