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BILBO

Dos años sin «Pitu»: Solidaridad y ansia de justicia frente a la desidia institucional

Mañana se cumplen dos años desde que Iñigo Cabacas resultara herido mortalmente a causa del impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza en Bilbo. Desde entonces, el anhelo de justicia que mueve a sus allegados y a quienes se han solidarizado con esta causa ha tenido como triste contrapunto el olvido buscado desde las instituciones. NAIZ ha recogido el testimonio de Manuel Cabacas y Fina Liceranzu, padres de «Pitu», y de su abogada, Jone Goirizelaia.

Fina Liceranzu, Manuel Cabacas y Jone Goirizelaia. (Marisol RAMIREZ/ARGAZKI PRESS)
Fina Liceranzu, Manuel Cabacas y Jone Goirizelaia. (Marisol RAMIREZ/ARGAZKI PRESS)

«Muertos. Moralmente estamos destrozados», responde el padre de Iñigo Cabacas, Manuel, a la casi obligada pregunta de cómo se encuentra la familia al cumplirse dos años del trágico fallecimiento del joven a causa del impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza tras el partido disputado entre el Athletic y el Schalke 04 aquel 5 de abril de 2012.

El padre de Iñigo, bajo la atenta mirada de su esposa, Fina Liceranzu, relata que cada día van haciéndose más conscientes «de la realidad, de que tu hijo ya no vuelve».

Nos explica, en un encuentro con NAIZ, que durante un tiempo estuvieron «en una nube» y que aún hay momentos en que piensan que todo esto «es un sueño». «No podemos entender que esto haya ocurrido de esa forma y menos en la persona de mi hijo».

Una y otra vez, remarca que los aledaños de San Mamés, aquel fatídico día, estaban inmersos en la fiesta, en la alegría por haber eliminado al conjunto alemán. La familia Cabacas Liceranzu se muestra especialmente dolida con todos aquellos, como el entonces consejero de Interior, Rodolfo Ares, que esgrimieron unos incidentes que los propios ertzainas desplegados sobre el terreno negaron –como sostienen los testigos y se aprecia en las grabaciones internas difundidas por NAIZ–, para justificar la carga policial «injustificada y desproporcionada» en el callejón de María Díaz de Haro.

Al pesar por la pérdida del único hijo de la pareja, Manuel y Fina han tenido que armarse de valor para hacer avanzar en el esclarecimiento de lo sucedido y la asunción de las responsabilidades correspondientes. Se sienten engañados y despreciados por las instituciones y por los partidos que en su día les prometieron una ayuda que nunca llegó.

«El mismo [lehendakari, Iñigo] Urkullu, el día del homenaje a todas las víctimas, pasó a un metro de mí y no se dignó ni a darme el pésame», apunta el padre de «Pitu» y acto seguido recuerda que, tras los incidentes acontecidos en Bilbo por el Foro Económico, la reacción de condena fue casi inmediata. «¿Por qué? ¿Acaso valen más unas lunas rotas que una vida humana?», se pregunta.

Procedimiento judicial

Respecto a la vía judicial, la abogada de la familia, Jone Goirizelaia, define el proceso como «complicado» porque ha tenido «nula ayuda» por parte de las instituciones. «Desde el Departamento de Interior, para conseguir las pruebas siempre ha habido que hacerlo a través de requerimientos y siempre se ha hecho tarde y tras tener que insistir», comenta.

La Fiscalía, por su parte, «no ha hecho absolutamente nada en el procedimiento: no ha participado y no ha pedido ninguna prueba».

Pese a todos los obstáculos, la acusación particular sigue trabajando por la resolución del caso sobre la tesis de que existen «responsabilidades en cascada», ya que Iñigo perdió la vida a consecuencia de una carga policial y un operativo diseñado por unas personas concretas en base a «criteros políticos».

«Es incomprensible que ‘Ugarteko’ no esté ya entre rejas», se lamenta Manuel Cabacas, quien considera que aclarar lo sucedido beneficiaría incluso a la Ertzaintza.

«Yo no puedo mirar bien a un ertzaina si no le conozco porque puede ser el que mató a mi hijo. Están todos en la calle y haciendo el mismo trabajo. ¿Cómo puedo mirar bien a esa gente? ¡Escupo cuando paso al lado porque no sé quién ha sido!».

En ese sentido, Manuel Cabacas y Fina Liceranzu remarcan la necesidad de cambiar el modelo policial para que no vuelva a repetirse un caso así, un mensaje también subrayado a NAIZ por Oier Amorrortu, primo de Cabacas y miembro de la plataforma Iñigo Gogoan.

Apoyo social

Frente al olvido por parte de los responsables institucionales se muestran muy agradecidos por el apoyo recibido por parte de la sociedad hasta el momento, en especial por parte del pueblo de Basauri.

Ese apoyo social a la demanda de justicia volverá a quedar patente mañana mismo, cuando se cumplen dos años desde que Iñigo fuera herido mortalmente.

A la una del mediodía, los familiares y amigos le brindarán un homenaje en el callejón de María Díaz de Haro.

Ya por la tarde, a las 18.00, una manifestación partirá desde el Sagrado Corazón y culminará con un acto en la plaza del Arriaga.