En una entrevista concedida a la emisora La F.m., Santos ha revelado: «Más o menos sabemos dónde está ‘Timochenko’», alias de Rodrigo Londoño Echeverri, sucesor al frente de las FARC de Alfonso Cano, muerto en noviembre de 2011 en combates con el Ejército.

El mandatario ha reconocido que, en aquel momento, cuando habían empezado los acercamientos con la guerrilla para preparar el proceso de negociación que hoy llevan a cabo el Gobierno y las FARC en Cuba, fue difícil la decisión de perseguir a Alfonso Cano.

Por eso, ha advertido de que, ante la posibilidad de acechar al actual líder guerrillero, «a estas alturas del proceso lo pensaría dos veces» porque «las condiciones son distintas».

«Veré qué decisión tomo en ese momento», ha afirmado, al defender que esta postura no implica «debilidad» ante la guerrilla.

«Que no me vengan a decir que soy débil con las FARC», ha dicho, prevenio ante posibles críticas.

El jefe de Estado ha insistido en que su cautela obedece al proceso de paz, ante el que se ha mostrado optimista porque, según ha confesado, ha encontrado buena voluntad por parte del grupo armado. «No he pensado en romper, a menos que me dé cuenta de que me están engañando», ha señalado.

Interrogado sobre cuándo concluirá el proceso de paz, ha confiado en que «se termine este año porque, de lo contrario, empieza a desgastarse». A este respecto, ha subrayado la importancia de firmar un acuerdo sobre el «problema de las drogas ilícitas porque eso haría que el proceso de paz fuera irreversible».

Sobre «los enemigos de la paz», ha apuntado a «la extrema derecha» porque «siempre ha querido que los colombianos vivamos en guerra», aunque no ha dado nombres concretos.