Iraia OIARZABAL

Fagor debe asumir la garantía de sus productos durante dos años

Pese a estar inmersa en un concurso de acreedores, Fagor Electrodomésticos debe hacerse cargo de la garantía legal de sus productos durante dos años. La cooperativa afirma que, por ahora, está garantizando este servicio. Sin embargo, en caso de liquidación, la responsabilidad recaería en los comercios, expectantes ante lo que les puede venir encima.

Uno de los frentes que ha dejado abiertos el concurso de acreedores de Fagor Electrodomésticos es el referido a la garantía de sus productos. Es decir, qué ocurre ahora si se avería un electrodoméstico dentro del periodo de garantía.

La respuesta es complicada y depende en todo caso del camino que adopte el proceso concursal. Ante ello, desde Fagor Electrodomésticos se asegura que hasta el momento los servicios de asistencia técnica (SAT) están operativos y siguen cubriendo la garantía legal de dos años con reparaciones y sustituyendo aparatos. Para ello cuentan con un almacén de repuestos a través del cual cubren este servicio después de que la producción fuera paralizada al entrar en concurso de acreedores.

No obstante, no puede decirse que esta situación sea definitiva. Y es que, aunque desde la cooperativa dicen tener la intención de seguir cubriendo la garantía, será el administrador concursal el que determine si esto sigue siendo así. Es evidente que este servicio tiene un coste y, por tanto, cabe la posibilidad de que el administrador decida prescindir de él dada la situación de quiebra de la firma.

Los comercios, a la espera

Tampoco los comercios las tienen todas consigo, aunque, según relata la propietaria de una tienda de Zumarraga, perteneciente a una conocida cadena de electrodomésticos, por ahora todo sigue funcionando bien en este sentido. Su principal duda es hasta cuándo seguirá siendo así y qué ocurrirá cuando se acaben los repuestos o en caso de liquidación.

La asociación de consumidores de Euskal Herria EKA-OCUV intenta despejar estas dudas pero el abanico de opciones de lo que pueda suceder no deja de ser amplio. En primer lugar, expone que son tres las situaciones ante las que Fagor Electrodomésticos debe responder frente al consumidor. El primer supuesto es el de la avería de un aparato dentro del periodo legal de garantía. El segundo hace referencia a las piezas de repuesto que la firma debería tener a disposición del cliente. Y el tercero es el de los contratos de mantenimiento de calderas y calentadores.

En caso de que Fagor Electrodomésticos cerrara definitivamente, los comercios tendrían una responsabilidad subsidiaria. En dos de los supuestos anteriormente mencionados -los casos de avería y de necesidad de repuestos-, serían las tiendas las que deberían hacerse cargo. Eso sí, únicamente dentro de los dos años de garantía legal mínima y no más. Este último matiz es importante ya que existen casos en los que un consumidor ha podido firmar garantías adicionales de hasta siete o diez años con la cooperativa ante los que el comercio no estaría obligado a responder.

En el caso de los repuestos, EKA explica que el Real Decreto 58/1988 establece que el fabricante (en este caso Fagor Electrodomésticos) debe disponer de piezas originales hasta al menos siete años después de dejar de fabricar el producto. En el peor de los casos, si Fagor no pudiera hacerse cargo de los repuestos, el vendedor deberá encargarse de conseguirlos por otros medios.

En este contexto, cabe destacar que los servicios técnicos ajenos a Fagor podrían jugar un papel importante en el proceso concursal. La asociación de consumidores apunta que durante la liquidación habrá técnicos que pujen por quedarse con ese servicio y ser quienes reparen los electrodomésticos de Fagor. «Habrá cosas apetecibles para los servicios de asistencia técnica», remarca.

Revisión de calderas

Finalmente, en cuanto a la revisión anual de calderas y calentadores que hasta ahora corría a cargo de Fagor, la asociación de consumidores EKA explica que el grupo fabricante debería encargarse de asegurar que haya otra empresa que haga ese servicio durante el año de contrato.

Este es el panorama general al que en este momento deben hacer frente tanto la cooperativa de Arrasate como los comercios que venden sus productos, aunque será el rumbo del proceso concursal el que determine en última instancia quién deberá atender las necesidades del consumidor.