Red Eléctrica Española (REE), la empresa que impulsa la construcción de la autopista eléctrica Itsaso-Deikaztelu, ha reconocido que el objetivo de esta infraestructura es exportar electricidad al Estado francés. Así aparece en la respuesta que ha enviado a algunas entidades locales que presentaron alegaciones al proyecto, según explicó el portavoz de la plataforma que se opone al proyecto, Alberto Frías. En total, se han presentado 14.000 alegaciones, pero solo se ha contestado una mínima parte.

Frías calificó de «ilegalidad flagrante, extemporánea y contraria a tiempo y derecho» la respuesta a las alegaciones y destacó que durante trece años se ha negado que esta obra fuera para exportar electricidad. De hecho, no aparece esta utilidad en la declaración de impacto ambiental. «Ahora lo dicen tranquilamente», subrayó.

Por otra parte, la campaña Lurkide, que consiste en el apadrinamiento del terreno circundante a los 247 emplazamientos en los que se quieren instalar las torretas de alta tensión fue valorada positivamente. Esta campaña se puso en marcha en Ororbia en octubre y ya han sido unos 200 los colectivos de las localidades afectadas que se han sumado a la misa.

«Está todo el tejido asociativo de estos pueblos», añadió Frías, que avanzó que ahora se abre la campaña a gente de otras localidades. A finales de enero decidirán cuáles son los próximos pasos.