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Irán ofrece su ayuda a Irak, que prepara una ofensiva en Faluya

El Ejército iraquí prepara una ofensiva para retomar el control de la ciudad de Faluya, bajo control de milicianos yihadistas del Estado Islámico en Irak y Levante (ISIS) -filial de Al Qaeda- desde el pasado viernes. Estados Unidos ofreció a Bagdad su apoyo moral frente a Al Qaeda, mientras el vecino Irán propuso enviar equipamiento militar si las autoridades iraquíes lo demandan.

«Las fuerzas de seguridad preparan un gran ataque sobre Faluya. Una vez que los habitantes hayan dejado la ciudad, lanzaremos el ataque para aplastar a los terroristas» , confirmó un responsable iraní. Fuerzas especiales ya han llevado a cabo operaciones en las últimas horas en la ciudad y el Ejército está desplegado en sus alrededores.

Combatientes del Estado Islámico en Irak y Levante (ISIS), grupo yihadista ligado a Al Qaeda, tomaron el viernes el control de Faluya y de algunos barrios de Ramadi, a 50 kilómetros al oeste. A falta de un balance oficial, las autoridades estimaban que entre el viernes y el sábado se habían producido más de 160 muertos en los combates, que ayer continuaban.

Uno de los jefes tribales de Faluya, Abderrazaq al Aisaui, aseguró a Efe que sus grupos están desplegados por toda la ciudad y los yihadistas la han abandonado pero que, a causa del asedio, hay una gran escasez de alimentos, medicamentos y combustibles. Sin embargo, otras fuentes aseguraban que continúan los enfrentamientos al norte de Ramadi entre los combatientes de Al Qaeda y las fuerzas de seguridad.

Ataque a suníes

El ataque la semana pasada a un campamento de protesta antigubernamental en Ramadi para denunciar la marginación de la comunidad suní por parte del Ejecutivo de Nuri al Maliki provocó enfrentamientos que se extendieron rápidamente a Faluya. En ese contexto los yihadistas se hicieron con el control de la ciudad, en la primera ocasión en que combatientes de Al Qaeda toman directamente zonas urbanas desde la insurrección contra la invasión de EEUU en 2003. Faluya fue entonces escenario de duras batallas en las que los bombardeos estadounidenses prácticamente destruyeron la ciudad, se produjeron cientos de muertos y el Ejército de EEUU sufrió el peor enfrentamiento urbano desde Vietnam.

Washington y Teherán

Ayer el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, aunque dijo estar dispuesto a ofrecer ayuda, subrayó que «es un combate que deben ganar por ellos mismos y tengo la confianza de que pueden conseguirlo. No prevemos enviar tropas».

Irán, por su parte, se mostró dispuesto a enviar equipos militares. «Si los iraquíes lo piden, les suministraremos equipo y consejos, pero no necesitan hombres», declaró el general Mohamad Hedjazi, adjunto al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, que añadió que «no ha habido petición para llevar a cabo operaciones comunes contra los terroristas». Desde la caída de Sadam Hussein, Irak, con mayoría chií, se ha aproximado a Irán y al Maliki ha acentuado la tendencia, siendo acusado por ello por la minoría suní.

En el conflicto están presentes cuatro fuerzas: las del gobierno, sus aliados tribales, el ISIS y las fuerzas antigubernamentales del Consejo Militar de las Tribus. El ISIS, además de llevar a cabo atentados en Irak, se ha convertido en una fuerza en auge en la guerra Siria y ha extendido su actividad a Líbano, con ataques contra barrios chiíes.

Por otra parte, el dirigente de la coalición Al Iraqiya y ex primer ministro iraquí, Ayad Alaui, afirmó que el Ejército «tiene que pertenecer a todos los iraquíes y no depender de ningún partido o ninguna secta, y además debe ser profesional para conseguir la estabilidad y seguridad». «Todos estamos contra el terrorismo y apoyamos a nuestras fuerzas armadas en su lucha contra él, pero el Gobierno tiene que responder a las reivindicaciones de los manifestantes», criticó el dirigente de Al Iraqiya.

La coalición propone que el Ejército se retire de las ciudades a cambio de que los combatientes tribales abandonen las armas y de que los policías vuelvan a sus puestos.

La insurgencia siria se debilita en los combates entre islamistas

Al menos 50 insurgentes sirios murieron ayer en Siria en ataques llevados a cabo por milicianos yihadistas, hasta hace poco aliados en la guerra contra el Ejército sirio. La rivalidad en las filas rebeldes enfrenta al Estado Islámico en Irak y Levante (ISIS) con otros grupos islamistas e insurgentes.

En las últimas horas brigadas rebeldes atacaron puestos del ISIS, al que acusan de abusos en las zonas que controlan y cuyo auge ven como una amenaza. Además de la lucha por la hegemonía en la insurgencia el peso que el yihadismo está adquiriendo ha supuesto la suspensión de la ayuda militar de las potencias occidentales. Entre el medio centenar de muertos, algunos murieron en combates y otros en ejecuciones sumarias -7 en Harem, en la provincia de Idleb-. Los choques tuvieron lugar también en las provincias de Alepo, Al Raqa y Hama.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos añadió que también murieron al menos nueve combatientes del ISIS. La víspera otros cinco insurgentes murieron en un atentado con coche bomba llevado a cabo por los yihadistas. La brigada Liwa al-Tawhid, que forma parte del Frente Islámico Sirio, afirmó que las víctimas eran sus militantes. «Lo que está pasando es una limpieza de la revolución», afirmó bajo anonimato un miembro del Frente Islámico.

Esta alianza de grupos insurgentes creada en noviembre afirmó, en un comunicado publicado ayer, su «reconocimiento a los extranjeros» venidos a ayudar en el combate, pero añadió que «no aceptará ningún grupo que pretenda ser Estado», en alusión al ISIS. GARA