GARA DONOSTIA
Tras la enorme manifestación en Bilbo

Sortu apuesta por el trabajo en común frente a un PP que reitera su inmovilismo

La resaca de la manifestación de Bilbo será larga, como la propia movilización. PP y PSOE ponen el grito en el cielo y el ministro de Interior español reitera que no cambiarán su política carcelaria. Hoy habla el PNV y ayer Sortu remarcó que este es el camino para garantizar todos los derechos, individuales y colectivos.

Las cerca de 130.000 personas concentradas en Bilbo por los derechos humanos, la solución y la paz coparon ayer todas las portadas, y ahora la atención se centra en ver si supondrá o no un punto de inflexión. Ese sería el deseo de Sortu, que valoró la movilización en una rueda de prensa en la que Pernando Barrena y Amaia Izko mostraron una satisfacción serena.

Su lectura va más allá del propio motivo de la movilización. Para Sortu, «las 130.000 personas demostramos que uniendo fuerzas este país es imparable. El reto, a partir de ahora, es que no sea flor de un día, sino el comienzo de un trabajo en común que necesita este pueblo».

Fueron contundentes al manifestar que «del Estado español solo podemos esperar imposición y negación», y que esto es así «ayer, hoy y siempre». Por tanto, subrayaron que «el único modo de garantizar nuestros derechos como personas y como pueblo es emprender nuestro propio camino».

Entiende Sortu que «esta ha sido una semana absolutamente significativa del camino por delante», en la que destacaron el mensaje de expresos en Durango, la redada contra la interlocución externa de EPPK, el veto a Tantaz Tanta y finalmente el paso adelante de la mayoría vasca. «Ha quedado bien claro cuál es la única oferta que el Estado español tiene para Euskal Herria; es una cloaca de derechos, son los campeones de la vulneración». Y frente a ello, llamaron a seguir por la vía empleada el sábado. Incluyeron una felicitación a los convocantes por la responsabilidad y altura de miras demostrada, así como a los 130.000 manifestantes.

Aralar emitió una nota en la que saludó el «éxito» de la marcha. Pero su mensaje trascendió a los convocantes, porque «el proceso de normalización social y pacificación es un esfuerzo siempre abierto también a los que no estaban en la manifestación, incluso a los que la criticaron». Considera Aralar que «es evidente que una inmensa mayoría de la ciudadanía que se siente del PSE-PSN o de PP-UPN son conscientes de que la paz se va abriendo camino en nuestra sociedad, a pesar de las insensateces que repiten algunos de sus dirigentes».

El PSE carga contra el PNV

Efectivamente, la reacción oficial de ambos partidos fue muy crispada y consistió en cargar contra el PNV. Destacó la agresividad del PSE, su socio en la gestión institucional. Idoia Mendia, portavoz del partido, acusó a los jelkides de hacer de «palmeros de Sortu» en vez de instarle a «exigir a ETA públicamente su desaparición, que reconozca que la violencia de ETA nunca debió tener lugar y que ayude a los presos en su proceso de resocialización».

La exportavoz de Lakua llegó a negar que la manifestación fuera por los derechos humanos, la solución y la paz, sino «para reclamar amnistía y dar apoyo a los presos de ETA».

No obstante, Mendia también se dirigió al Gobierno del PP para hacerle ver que «las políticas que se aplicaban cuando ETA mataba y amenazaba a la sociedad vasca no pueden ser las mismas que se apliquen en estos tiempos, donde ha habido pasos importantes».

Desde el PP, su presidente en Bizkaia, Antón Damborenea, acusó al PNV de «ir a la deriva democrática total». Incluyó otras valoraciones sin desperdicio posible, como la de achacar al PNV que pretenda «que a los asesinos se les aplique una ley distinta si son nacionalistas» o criticar que en Bilbo reivindicaran derechos humanos «cuando los tribunales europeos ratifican que esos derechos se cumplen en España».

En cuanto a los sectores aún más ultras, Dignidad y Justicia avanzó que estudia querellarse contra el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno por no prohibir la manifestación.

El ministro baja el tono

El Gobierno español reaccionó a la movilización 24 horas después y desde Jerusalén, adonde había acudido el polémico ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el marco de los funerales por Ariel Sharon. Allí dijo lo previsible: «La política penitenciaria no va a cambiar por una o dos manifestaciones».

Con todo, Fernández Díaz, que acaba de ser cuestionado por Iñigo Urkullu, no quiso cargar las tintas con el PNV. Es más, aseguró que es consciente de que la formación jelkide «tiene poco que ver» con Sortu.

En una breve declaración, reiteró de nuevo que solo esperan que ETA se disuelva y que los presos se desvinculen de la organización y «pidan perdón a las víctimas».

Las redes sociales están canalizando muchas opiniones sobre este tema y contrarrestando los mensajes oficiales. Así, nada más realizar esta declaración aparecieron numerosos mensajes con el hastag #horrelaEzFernandez que le instaban a cambiar de una vez por todas la política penitenciaria.

Los ocho detenidos, ante el juez hoy tras agotar los cinco días en los calabozos

Los abogados Ane Ituiño, Jaione Carrera y Alfonso Zenon, que ejercen la defensa de los ocho detenidos por la Guardia Civil el pasado miércoles, se desplazarán hoy hasta la Audiencia Nacional española, ya que está previsto que pasen ante el juez Eloy Velasco, responsable de la operación contra la interlocución de EPPK.

Según explicó ayer Zenon a GARA, a las 20.00 de ayer aún no se les había comunicado a los propios letrados a qué hora pasarían por el despacho del juez para prestar declaración. «Será mañana seguro [por hoy], porque se cumple el plazo establecido por ley, pero no sabemos nada más», agregó.

Las detenciones de Arantza Zulueta, Jon Enparantza, Aintzane Orkolaga, Mikel Almandoz, Asier Aranguren, Aitziber Sagarminaga, José Luis Campo y Egoitz López de la Calle se desarrollaron en régimen comunicado. Por eso, el sábado, las letradas de confianza Ainhoa Baglietto y Haizea Ziluaga pudieron estar «cinco minutos con cada uno de los detenidos». Zenon aseguró que se encuentran «bien».

Precisamente hoy, también en Madrid, está previsto que se celebre un acto «contra los juicios políticos, la paz y la democracia en Euskal Herria», donde participarán Joseba Permach y Amaia Elkano, procesados en los sumarios 35/02 y 26/11, respectivamente. No obstante, la cita, convocada a las 19.30 en el centro social Potemkin de Lavapiés, podría ser vetado.

Según publicó en su cuenta de Twitter la delegada del Gobierno español en Madrid, Cristina Cifuentes, lo ha denunciado ante la Fiscalía para que investigue si el acto puede tomarse como «enaltecimiento» y «humillación a las víctimas» y prohibirse. GARA