Agustín GOIKOETXEA

Zabalgarbi se postula para calentar con su vapor edificios de Zorrotzaurre

Zabalgarbi no ha cumplido las expectativas de negocio previstas por sus responsables y tiene encima la espada de Damocles de las directivas europeas que le obligan a que valorice energéticamente parte de sus emisiones. En ese contexto, se propone que la incineradora aporte vapor a un sistema de redes de calefacción urbana que atendería a 5.473 viviendas y empresas ubicadas en la futura isla de Zorrotzaurre.

El Consistorio bilbaino y la Comisión Gestora de Zorrotzaurre encargaron hace año y medio a Tecnalia la elaboración de un estudio para implantar una red de calefacción urbana en la que será la próxima gran operación de desarrollo urbano del Botxo. La encomienda se produjo después de que el movimiento ciudadano y ecologista lograse dar al traste con la pretensión del Gobierno Azkuna y el Ente Vasco de la Energía (EVE) de que la futura isla dispusiese de un sistema de esas características, que se alimentase del calor generado en una planta que se iba a construir en la parte baja de Sarriko, en Deustua.

Ante la oposición política y vecinal al Distric Heating, avalada por informes de la UPV-EHU, el proyecto se desechó, proponiéndose la redacción de un informe de alternativas. El estudio se hizo pero sus promotores no lo divulgaron. Ahora, gracias a la labor de control de EH Bildu, se conoce que Ayuntamiento y Comisión Gestora barajan la posibilidad de implantarlo en la segunda fase del desarrollo urbanístico de Zorrotzaurre, una vez de que la península se transforme en una isla por la apertura del canal.

Para la coalición, con este proyecto se trata de resolver los problemas que tiene Zabalgarbi, por la disminución de los residuos y la imposibilidad de comercializar la energía a buenos precios; por ejemplo, en 2013, el ciclo combinado estuvo parado durante seis meses. Además, su portavoz, Aitziber Ibaibarriaga, apunta a que, según directivas europeas, en 2020, Zabalgarbi tendrá que justificar qué parte de las emisiones de la planta se valorizan energéticamente.

En el propio informe de Tecnalia se recoge que, con la red de calefacción urbana, a Zabalgarbi se le abre un nicho de negocio, ya que al implantarse el sistema en las 5.473 viviendas que se van a edificar, serían «clientes cautivos» al no poderse cambiar de proveedor. En ningún caso se aventuran las tarifas pero sí que será un buen negocio para la incineradora.

Ibaibarriaga señala que el estudio es «parcial, poco riguroso y hecho a la medida de quien lo ha pagado». De la misma opinión son, añadió, los expertos universitarios consultados. «Es un informe sobredimensionado, con una metodología cuestionable y que ocultan gastos importantes a la hora de plantear la viabilidad económica, como son los referidos a la construcción de la red primaria, precio de la electricidad o venta de la energía», argumentó.

El plan -impulsado por el EVE, que posee el 10% del accionariado de Zabalgarbi- contemplaría trazar una conducción aislada térmicamente desde la incineradora, en lo que era la antigua Mina Primitiva en Alonsotegi, hasta Zorrotzaurre, con una inversión que superaría los cuatro millones de euros. Los técnicos contemplan que un 30% del vapor se perdería.

En cuanto a la viabilidad económica, Tecnalia estima que a partir de 2.000 conexiones este sistema de calefacción urbana sería rentable. Desde EH Bildu se apunta a que la previsión de demanda de energía de las viviendas de Zorrotzaurre es «llamativamente alta». En el documento se habla de 77,4 kilovatio hora por metro cuadrado de consumo, cuando el medio es de 44,9, cifras que Ibaibarriaga dice que «no se justifican».

Según las directivas europeas sobre reducción de emisiones de CO2 para 2050, la bajada fijada de en torno al 88 ó 91% «solo serán posibles si se apuesta por las instalaciones que explotan flujos renovables». Asimismo, los expertos de la UPV-EHU prevén que la compra del calor residual de la planta de Zabalgarbi por parte de los abonados de Zorrotzaurre supondría algo más de un millón de euros de desembolso al año.

Los expertos apuestan por las calderas colectivas o individuales

Los expertos universitarios consultados por el grupo municipal de EH Bildu en el Consistorio bilbaino consideran que un sistema de calderas convencionales comunitarias a gas natural presentaría un balance energético y de emisiones «más favorable» que uno de cogeneración si se asume la tendencia general de consumir más electricidad de origen renovable.

Tras analizar el estudio de Tecnalia y contrastarlo, la coalición soberanista apuesta porque se encarge un «contrainforme imparcial» a la UPV-EHU. Entienden que de la lectura del documento no está tan claro que la red de calefacción urbana sea el sistema más idóneo. «Existen -apostilló Aitziber Ibaibarriaga- datos contradictorios a la hora de hacer esta justificación».

Basándose en los propios datos con los que juegan los técnicos de Tecnalia, los profesores universitarios concluyen que las calderas convencionales comunitarias presentan un balance energético y de emisiones más favorable. «Los indicadores utilizados son de dudosa rigurosidad, ya que los que aporta el Instituto de la Diversificación y Ahorro de Energía (IDEA) son bastante más favorables para el sistema convencional que de haberse usado en este documento reduciría el balance energético del sistema de red de calefacción urbana», exponen.

Por otro lado, ese mismo sistema alimentado por caldera de gas, en vez del calor residual de la incineradora, es descartado por unas emisiones «inasumibles« de óxido nitroso que saldrían a la atmósfera a través de «chimenas inmensas». A.G.