Ander Rodríguez Lejarza, Daniel Raventós (*)
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Renta Básica: propuestas concretas para otra política económica

En política hay que elegir. Y en política económica también. Y nuestra propuesta de RB es una elección para garantizar la existencia material de toda la población. Sin distinciones

La implantación de la renta básica (RB), una asignación monetaria incondicional y de por vida para toda la población, es una propuesta que viene discutiéndose desde hace unas pocas décadas en ámbitos académicos, en distintos parlamentos, en algunos movimientos sociales y en países de todos los continentes. Sin ser una propuesta que conozca gran parte de la ciudadanía, está mucho más extendida entre algunos sectores sociales que hace unos pocos años. Desde que empezó a debatirse a mediados de la penúltima década del siglo pasado, ha despertado enorme interés, así como claras animadversiones. Ha provocado también debates muy interesantes con personas detractoras y partidarias (pocas) de derechas y de izquierdas (bastantes más).

La RB ha sido objeto de críticas de características muy distintas. Entre las más frecuentes, podemos citar las siguientes: no se puede financiar, sería un pretexto para desmantelar el Estado de Bienestar, permitiría mantener a vagos, relegaría a las mujeres al interior del hogar, provocaría un inmenso efecto llamada inmigratorio, es preferible el pleno empleo, muchas personas querrían vivir sin trabajar (asalariadamente) y, para terminar en algún sitio, no acaba con todas las injusticias del capitalismo.

Precisamente servirá para debatir si no todas estas cuestiones, sí la mayoría de ellas, el XIII Simposio de la Red Renta Básica (www.redrentabasica.org), organizado por la Diputación de Gipuzkoa y que se celebra en Donostia (sala calle Andia) los días 31 de enero y 1 de febrero. Además, se abordarán otros aspectos, como la incidencia de la RB en el feminismo, la pobreza, la salud física y mental... Y cobrará especial relevancia en estas jornadas la primera de las críticas citadas: ¿Es económicamente viable una Renta Básica incondicional para toda la población? Pues bien, un estudio desarrollado por economistas catalanes presentará, por primera vez, una simulación de cómo se podría financiar una Renta Básica de por vida para todas y cada una de las personas que viven en Gipuzkoa.

El contexto económico actual marcará, indefectiblemente, el debate a lo largo de estos dos días de simposio ¿Es factible o aconsejable una RB en una situación de crisis? Quienes somos partidarios de esta herramienta hemos defendido que sería una buena medida en tiempos de, digamos, bonanza económica. Pero aún lo es más en el contexto actual por muchas razones.

Porque cuando la pérdida del empleo y el paro de larga duración son masivos, disponer de esta renta incondicional permitiría afrontar las dificultades de forma menos apremiante para un porcentaje cada vez mayor de la población. Porque la RB podría cumplir un papel muy importante en la recomposición del interés colectivo de la clase trabajadora y en las luchas de resis- tencia. Porque la auto-ocupación, así como la organización cooperativa, se facilitarían. Porque la pobreza está creciendo en una proporción impensable, y una de las virtudes más evidentes de la RB sería la mitigación de esta lacra. Inclusive permitiría de manera realista plantearse su efectiva erradicación. Porque un ingreso regular de por vida permite planificar y ahorrar y es una formidable arma contra algunas de las formas de exclusión más extendidas, como el acceso a la vivienda o al crédito. Porque un frente recurrente contra la crisis es la necesidad de mantener el consumo, y la RB sería, sin duda, un estabilizador fundamental para sostener la demanda en tiempos de recesión.

Para acabar, no cualquier proyecto, ocurrencia o ideal que tengamos, por deseable que pueda ser, es realizable. En muchos ámbitos (desde el muy abstracto de la matemática al muy concreto de la economía), investigar sobre imposibles puede llevarnos a perder el tiempo y el dinero. Proponer utopías estériles nos aboca al desengaño, cuando no a situaciones peores. No es el caso de la propuesta de Renta Básica que se debatirá en este simposio. Porque los obstáculos a la RB son políticos, como políticos fueron (o son, dependiendo del lugar) los obstáculos al sufragio universal, las vacaciones pagadas, la autodeterminación de las naciones, el derecho de huelga, el aborto libre o el matrimonio homosexual. Por lo tanto, no hay una imposibilidad lógica o empírica para implantar la RB, aunque sabemos que es un proyecto que no despierta simpatías unánimes.

En política, hay que elegir. Y en política económica también. Y nuestra propuesta de RB es una elección para garantizar la existencia material de toda la población, sin distinciones. Este objetivo no será nunca bien visto por quienes se benefician de que esa existencia no la tenga toda la ciudadanía. Constatarlo es apuntar más razonablemente a las tareas que hagan posible la conquista de la RB, que no solamente es deseable, sino también, factible.

(*) Diputado de Política Social de Gipuzkoa, y profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona y presidente de la Red Renta Básica, respectivamente