Iñaki IRIONDO

Madrid se pone en guardia y Lakua se sube a la ola ante la llegada del CIV

La Comisión Internacional de Verificación ha convocado para el viernes una rueda de prensa que hace presagiar un anuncio de interés. Ante ello, el Gobierno español se pone en guardia, afirmando que «el tiempo del teatro ya ha pasado», mientras que Lakua se sube a la ola recordando la «relación estrecha y fluida» que Iñigo Urkullu mantiene con los verificadores incluso desde antes de ser lehendakari.

La Comisión Internacional de Verificación (CIV) ha convocado para el viernes una rueda de prensa a las dos del mediodía en un histórico hotel de Bilbo. No es un hecho usual. En sus anteriores visitas se limitaron a mantener encuentros restringidos con un grupo acotado de medios -entre ellos GARA- o, simplemente, hicieron públicas notas de prensa. La sensación general, en función del contexto, es que el equipo que dirige Ram Manikkalingam tiene la previsión de dar a conocer una noticia positiva a la ciudadanía de Euskal Herria.

La visita llega envuelta en rumores sobre algún paso de ETA en el camino de su desarme, lo que, paradójicamente, parece poner de los nervios al Gobierno español y a sus conmilitones en tierra vasca. Fueron las «fuentes antiterroristas» quienes el lunes a la noche abrieron la veda a través de agencias, acompañando las declaraciones del ministro de Interior, Jorge Fernández, en las que dijo que «el tiempo del teatro ya ha pasado». Añadió que «no nos vamos a prestar a dar publicidad a esos actos escénicos. La Guardia Civil y la Policía tienen verificadores suficientemente expertos para verificar si esa entrega de armas es simulada o es real».

Su compañera de partido en Bizkaia, Nerea Llanos, pidió ayer a partidos e instituciones «no caer en el error de dar protagonismo inmerecido a ETA».

Sin embargo, el Gobierno de Lakua no cree que lo que se avecina sea mala publicidad. A través de su portavoz, Josu Erkoreka, se subió a la ola, recordando la «colaboración estrecha y fluida» que Iñigo Urkullu ha mantenido con los verificadores, incluso antes de ser lehendakari.

El portavoz recalcó que el Ejecutivo autonómico y el lehendakari están «empujando, trabajando y coadyuvando a que estos pasos se puedan dar y a que el desarme efectivo tenga lugar de una vez por todas». Mostró su confianza en que «la labor que muchos estamos llevando a cabo para el desarme se lleve a cabo cuanto antes».

Ante algunas preguntas, Erkoreka apeló al «compromiso general» entre los agentes que están trabajando para actuar «con con discreción, ser leales y no hacer públicas acciones y espacios de colaboración» para no comprometer el objetivo final.

Esperan «actuaciones concretas dentro de lo comprometido»

Los integrantes de la Comisión Internacional de Verificación vuelven a Euskal Herria un año después de su última visita. Creada inicialmente para hacer seguimiento del alto al fuego «permanente, general y verificable» anunciado por ETA el 10 de enero de 2011, su trabajo pasó a abarcar también «otros pasos» para el «final ordenado». Hace un año anunciaron que en setiembre evaluarían si seguían siendo útiles para consolidar el proceso o dejaban sus tareas. Los hechos indican que han continuado.

El pasado 7 de febrero, ETA hizo público el compromiso de «sin tardar, realizar aportaciones significativas para alimentar el proceso».

Durante su rueda de prensa de ayer, el portavoz del Gobierno de Lakua, que asegura que ha trabajado en estrecha colaboración con el CIV, afirmaba que lo que espera para los próximos días el Ejecutivo autonómico son «actuaciones concretas dentro de lo comprometido: un proceso unilateral que avance inexorablemente hacia el desarme y la disolución».

El coordinador de Lokarri, Paul Ríos, por su parte, pidió prudencia frente a las especulaciones. I.I.