Aitor AGIRREZABAL

Fondos de petróleo como seguro económico de Escocia independiente

La campaña hacia el referéndum de Escocia afronta una nueva etapa. Después de varias semanas con el debate centrado en la membresía o salida de la Unión Europea y en la moneda que utilizaría el nuevo Estado independiente, la discusión ha saltado ahora al gas y al petróleo del Mar del Norte. El Gobierno escocés quiere imitar el modelo nórdico para asegurar el futuro de las próximas generaciones.

El primer ministro británico, David Cameron, llevó ayer la reunión de su Consejo de Ministros a Escocia, algo que solo había sucedido una vez en 90 años. Un hecho poco habitual con el que el Ejecutivo de Gran Bretaña ha querido lanzar un mensaje de cercanía y preocupación a la población escocesa. Esto ha sido interpretado más como un acto de campaña que como una preocupación real por los escoceses.

Durante la sesión, Cameron expuso un informe encargado por Westminster a expertos de la industria petrolera que señala que nuevas medidas podrían suponer un extra de 4.000 millones de barriles de petróleo del Mar del Norte, al tiempo que prometió un boom petrolero de 200.000 millones de libras en las próximas dos décadas, si Escocia vota en contra de la independencia.

Asimismo, volvió a incidir en el «Proyecto Miedo», al asegurar que Escocia no será próspera si emprende su propio camino. Cameron afirmó que los «anchos hombros» del Gobierno británico podrían apoyar la inversión en la industria, pero que la volatilidad en el mercado del petróleo podría tener un efecto dramático sobre las finanzas de Escocia en caso de independencia. Así, presentó un importante recurso natural y un valioso activo como una carga para un país independiente, pero rentable para Gran Bretaña.

Sin embargo, el primer ministro escocés, Alex Salmond, insistió en que la independencia es la mejor opción: «Es una oportunidad sin precedentes para impulsar nuestra riqueza energética y apoyar el empleo y el crecimiento de nuestra economía».

Al tiempo que se celebraba la reunión en Aberdeen, Salmond juntó a su Gabinete en la cercana localidad de Portlethen y se comprometió a ubicar parte de la base del eventual Ministerio de Energía escocés en Aberdeen, a la que consideró la «capital del petróleo y el gas de Europa», si el voto afirmativo se impone el 18 de setiembre. «Aprovecharemos el conocimiento y la experiencia existente para la construcción de una industria eficaz, eficiente y líder en el mundo de la energía».

Modelo noruego

El unionismo también ha insistido en que las reservas petrolíferas están cerca de agotarse, pero los independentistas aseguran que todavía queda más de la mitad por extraer. En cualquier caso, con el fin de hacer frente a un futuro en el que el petróleo se haya agotado, el Gobierno escocés anunció su intención de crear dos fondos petroleros diferenciados si gana el voto afirmativo en el referéndum: un fondo a corto plazo para ayudar a hacer frente a las fluctuaciones de los ingresos del petróleo y del gas, y un fondo de ahorro a largo plazo al estilo de lo que se vienen realizando en Noruega. El país escandinavo creó este fondo en 1996 con 300 millones de dólares, una cifra que en 2013 superó los 800.000 millones. La intención del Ejecutivo escocés es imitar este sistema con el fin de garantizar el bienestar social futuro.

Las reuniones en el corazón de la industria energética de Escocia coincidieron con la publicación de un informe elaborado por sir Ian Wood, un multimillonario petrolero jubilado, que apunta que hay todavía 200.000 millones de euros de beneficios en los fondos petrolíferos escoceses, si se realizan las reformas adecuadas. Tanto independentistas como unionistas las apoyan, pero Gran Bretala dice que «Escocia sería incapaz de sostener un gran aumento en el apoyo a la industria como Estado independiente».

La estrategia de asegurar que Escocia no puede caminar por sí sola no es nueva. Desde hace 40 años los diversos gobiernos británicos han tenido como fin hacer creer a los escoceses que solos no pueden sobrevivir económicamente. Por eso, han ocultado sus propios informes cuando indican que Escocia puede convertirse en una nueva Suiza.

Apoyo mayoritario a la opción independentista en el sector

Alex Salmond aprovechó la cita de Portlethen para anunciar la creación de un Centro de Innovación de Petróleo y Gas en Aberdeen, adonde también llevará parte del nuevo Departamento de Energía del Gobierno escocés tras la independencia. Coincidiendo con la presentación de su proyecto, las encuestas constataban un apoyo mayoritario de los trabajadores del sector a la opción independentista.

El líder del SNP presentó el proyecto como una oportunidad para revitalizar toda la economía de la costa este de Escocia y aseguró que en el Mar del Norte queda petróleo por valor de 1,5 billones de libras, lo que supondría el sustento de la economía de una Escocia independiente durante varias décadas.

Remarcó las diferencias entre la política de su equipo de Gobierno y las de Westminster al afirmar que mientras Edimburgo pretende crear un fondo reservado que asegure el bienestar de la sociedad y de las futuras generaciones, durante más de 40 años Londres ha dedicado los beneficios del petróleo a pagar la deuda pública y al interés de inversores privados.

Con la fecha del referéndum aproximándose, las campañas se están agudizando, y esto está sacando a la luz las diferencias sociales y políticas al norte y al sur de la isla.

Mientras Salmond presentaba su proyecto, se publicaba una encuesta realizada por «Oil and Gas people» que constataba que el 70% de los trabajadores del sector se posiciona a favor de emitir un voto afirmativo el próximo 18 de setiembre, al considerar que las políticas de una Escocia independiente serán más beneficiosas que el sistema actual que pretende mantener David Cameron. A.A.