Iñaki IRIONDO

Nuclenor aduce desconocer el futuro de Garoña para no acudir al Parlamento

El director general de Nuclenor, empresa que explota la central nuclear de Garoña, asegura desconocer las cuestiones más básicas sobre el futuro de la planta. Justifica así su decisión de no acudir al Parlamento de Gasteiz a responder a la solicitud de comparecencia realizada por EH Bildu, para saber si la compañía está interesada en la reapertura de la central. Anuncia su disposición a estudiar la posibilidad de acudir cuando la situación de la planta se clarifique.

El director general de Nuclenor, José Ramón Torralbo, ha remitido un escrito a la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Bakartxo Tejeria, en el que le anuncia que, dada la incertidumbre en el que se encuentra el futuro de la Central Nuclear de Santa María de Garoña, no acudirá a la Cámara autonómica a responder a las cuestiones que quisieran plantearle los parlamentarios. Señala que cuando se clarifique la situación de la planta «podríamos retomar y estudiar con detenimiento este asunto». Es decir, tampoco dice que entonces esté dispuesto a dar explicaciones a la Comisión de Medio Ambiente.

La central nuclear de Garoña se encuentra oficialmente cerrada desde el 7 de julio de 2013. Desde entonces, el Gobierno español y la empresa Nuclenor -compuesta por Endesa e Iberdrola- mantienen un pulso. El Ejecutivo de Mariano Rajoy desea la reapertura de la planta, pero los propietarios exigen una relajación de las condiciones y una revisión de los impuestos y otros costes a pagar, para obtener una mayor rentabilidad de esta central nuclear, que hace años cumplió el periodo de vida útil para el que fue inicialmente construida.

«Incertidumbre»

El parlamentario de EH Bildu Dani Maeztu solicitó el pasado 28 de enero la comparecencia del director general de Nuclenor ante la Comisión de Medio Ambiente y Política Territorial, para que diera explicaciones sobre sus intenciones respecto a la reapertura de la central nuclear de Garoña y las condiciones en que se produciría dicha reapertura.

Reunida la Mesa de la Comisión, el requerimiento a la empresa se realizó el 24 de marzo. Con fecha de 1 de abril, José Ramón Torralbo responde que «como es conocido, la central de Santa María de Garoña se encuentra en estos momentos en una situación de incertidumbre sobre su futuro. Este hecho -se justifica- hace que inevitablemente no podamos responder a la mayoría de las posibles cuestiones que se planteen en el seno de esa Comisión (y que están reflejadas en la solicitud de comparecencia) ya que se trata de cuestiones que se mantienen abiertas a día de hoy».

Las cuestiones que se planteaban en la petición de comparecencia no eran otras que conocer las intenciones de la empresa con respecto al futuro de la central y la relación entre las cuestiones económicas que se adujeron para su cese y los gastos en materia de seguridad que Nuclenor tendría que afrontar. Dani Maeztu recordaba que la central fue construida para una vida útil de 25 años y que ya lleva 41 años. Añadía que en el momento de su cierre, Garoña no llegaba a generar el 0,3 % de la energía que se producía en el Estado español.

En su escrito a la presidenta del Parlamento, José Ramón Torralbo señala amablemente que «más adelante, cuando la situación de la planta se clarifique, podríamos retomar y estudiar con detenimiento este asunto. Quedo a su disposición para cualquier otra cuestión relativa a nuestra empresa».