«Dejando al margen el dolor y la muerte que siempre trae consigo la acción bélica, para Donostia la Primera Guerra Mundial fue una joya que le permitió mantenerse en el candelero económico durante los años», explicaba el escritor Javier Sada al hablar sobre su último libro, «San Sebastián en la Primera Guerra Mundial» (Txertoa).

El hecho de que el Estado español se mantuviera neutral en la guerra y la cercanía con la frontera del Estado francés, permitió que Donostia atrajera a muchos aristócratas y demás personas adineradas -e incluso espías como Mata Hari- que huían con todos sus bienes hacia un lugar donde poder seguir con su vida cotidiana.

Donostia acogió todas aquellas riquezas, por lo que la Belle Epoque, que nació en 1900, se prolongó hasta 1925, mientras que en otros lugares europeos como París murió en 1914.

Según Sada, «toda la población vivía bastante mejor que la media entonces existente. La clase baja donostiarra era el equivalente a la clase media del Estado español. El obrero, aunque fuera metiendo horas, alcanzaba un aceptable nivel de vida difícil de conseguir en otras latitudes».

Mucha documentación

En el libro se pueden encontrar diferentes textos que resumen la historia de Donostia hace exactamente 100 años, que, acompañados por fotografías históricas, nos ayudan a hacernos una idea de lo leído.

Toda esa información la ha obtenido realizando un repaso a la prensa local de la época. «La labor más difícil ha sido ajustar la mucha información existente al espacio del que realmente se dispone y sacrificar aquellos datos que, siendo de gran importancia, no afectaban directamente a la ciudad», explicó el autor.

El objetivo de Sada con este libro es despertar la curiosidad de la gente para que, durante este año y con motivo del centenario de la Primera Guerra Mundial, se organice algún ciclo de conferencias a cargo de expertos que estudien con mayor profundidad lo que fue Donostia entre 1914 y 1918.