GARA GASTEIZ

Lakua descarta crear un banco de ADN para hacer análisis en supuestos casos de bebés robados

El Gobierno de Lakua descarta la creación de un banco de ADN en la CAV para analizar muestras de familias afectadas por la supuesta sustracción de bebés durante el franquismo y los primeros años de la transición.

Así se desprende del informe de 2013 de la Oficina de la Infancia y la Adolescencia al que ha tenido acceso Efe, en el que esa institución autonómica asume que la puesta en marcha de un banco específico «abierto» sería «un paso muy importante en la ayuda por parte de las administraciones públicas a las familias afectadas».

Esta es una de las reclamaciones de SOS Bebés Robados, que pide también que no sea necesaria la denuncia previa para entrar a formar parte del banco de ADN porque, según explica, hay personas que no quieren emprender una acción judicial contra sus padres adoptivos para buscar a sus progenitores biológicos.

La Oficina de la Infancia, dependiente del Ararteko, recuerda que la comisión interdepartamental creada a comienzos de 2012, durante el mandato de Patxi López, acordó impulsar la puesta en marcha de un laboratorio propio para la realización de pruebas, conocido como Unidad Genética Forense. Sin embargo, no nació como un banco de ADN abierto a cualquier persona, sino limitado a las denuncias aceptadas previamente por el Ministerio Fiscal, como aclara un responsable del Instituto Vasco de Medicina Legal.

Operatividad

La Oficina de la Infancia subraya que el principal problema con el que se encuentran las personas afectadas es la dificultad de la prueba y la evidencia, por lo que, a su juicio, un banco abierto solo para casos que han sido denunciados ofrecería una respuesta «muy limitada».

Cuestionado sobre el tema, el Departamento de Administración Pública y Justicia que dirige Josu Erkoreka ha manifestado su compromiso de continuar con los trabajos del anterior equipo. No obstante, el Gobierno de Iñigo Urkullu incide en que ya existe un fichero de perfiles genéticos en la sede del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses que permite «mayor operatividad y aumenta considerablemente el cruce de datos y resultados analíticos».