En estas fechas de Semana Santa, la prensa ultra española se pone capirote y saca a pasear sus esencias, las del nacionalcatolicismo más extremo. Servidora está cansada de todo ese folklore e intentando buscar nuevos horizontes llegó ayer hasta dos piezas que, además de retratar a sus autores, da una imagen de cómo y en función de qué medida entienden algunos las fobias y las filias hacia España. Puro delirio, patrioterismo cutre y de postín.

En «La Razón», el rocambolesco Martín Prieto entraba de lleno a trapo desde el titular: «Hispanofobia hasta en Argentina». Y otra vez con la estatua de Cristóbal Colón, que ha sido sustituida por la guerrillera de las luchas por la independencia, Juana Azurduy. ¡Cómo se ponen! Con la bilis desparramada, empiezan el desvarío y, no contentos con hacer del cambio de estatua una cuestión de Estado, atacan a la presidenta argentina por haber «prohibido el jamón ibérico», por su empeño en «juzgar crímenes del franquismo» y «reclamar la comparecencia de Utrera Molina (suegro de Ruiz Gallardón) y Rodolfo Martín Villa». Ya ven el nivel, estatuas, jamón ibérico y criminales franquistas... todo «marca España». Y como el raciocinio de Prieto llega hasta donde llega, toda esa amalgama le lleva a una conclusión final: «La hispanofobia que ya nos aflige ha cruzado el Atlántico». En fin.

Y ahora una de hispanofilia. En «El Mundo», a toda página, podía leerse este titular: «Instan a los no nacionalistas a salir del armario». ¿Salir del armario? Pues sí, que la entidad Societat Civil Catalana -una especie de alternativa contraprogramada a la Assemblea Nacional Catalana que dimaniza el impulso social del proyecto soberanista- llama a todos los que se sientan «catalanes, españoles y europeos» a una contramanifestación el próximo 11 de septiembre, Diada de Catalunya, en Tarragona. Los españoles ya tienen cita en la antigua capital de la «España romana» y que avisan que van a salir a mansalva de los armarios... y, dice servidora, que de los cuarteles y de sitios similares.

Pues bien, para «La Razón» la contramanifestación para la Diada y la entidad organizadora, Societat Civil Catalana, son un buen ejemplo de «hispanofilia».

Parafraseando al apóstol Mateo, por sus filias y fobias los conoceréis. No tienen por qué sacar del armario sus obsesiones.