Alberto PRADILLA
Elkarrizketa
Irma Blanco
Portavoz de la «Corrala utopía»

«Cada vez más gente se plantea que los Derechos Humanos van antes que los de los banqueros»

Trabajadora social en paro de 35 años, su caso ha sido utilizado por el PP y la derecha mediática para tratar de desprestigiar a los integrantes de la corrala. Su condición de miembro de IU, así como un contrato de trabajo de seis meses después de tres años en desempleo le colocaron en el punto de mira hasta llegar a renunciar al realojo.

Irma Blanco, trabajadora social en paro y que residía con su madre hasta el momento de ocupar la corrala, se convirtió en el gran objetivo de la derecha mediática. Haber logrado un contrato de seis meses en el Ayuntamiento de Villaverde, gobernado por IU, formación de la que es militante, ha sido el argumento utilizado para intentar cuestionar la motivación de la ocupación. Así que Blanco, que reconoce que ni se ha leído los artículos en su contra, terminó por renunciar a su realojo para no poner en cuestión los logros de sus compañeros. Además, advierte que esta es una movilización colectiva y que la «corrala Utopía» no desaparece, sino que «muta», por lo que prevé nuevas iniciativas.

¿En qué momento les sorpendió el desalojo? ¿Esperaban que la delegación del Gobierno pudiese enviar a la Policía para que abandonasen la corrala?

El desalojo nos pilló completamente por sorpresa. Es cierto que la orden estaba dada desde febrero pero todo el mundo, también la delegación del Gobierno, sabía que se estaba en un proceso de negociación y que solo quedaba rematar los últimos flecos. De hecho, salíamos de casa tan frescos.

Entonces, ¿por qué cree que hubo tanta urgencia a la hora de evacuar?

Clarísimamente, no podían tolerar que la corrala tuviera éxito. Estábamos diciendo muchas verdades a la cara y reivindicando el derecho a la vivienda universal... Están acostumbrados a no permitir este derecho y con este desalojo lo han intentado otra vez más. Tampoco se puede obviar que, recientemente, la Junta había sancionado a la banca. La realidad es que lo han montado con ganas, porque no había ningún motivo.

¿Cuál cree que es el gran éxito de la «corrala Utopía»?

A nivel emocional ha sido una experiencia muy importante. No había nada más humano, nada más a flor de piel. Pusimos nuestros cuerpos e intentamos plantar cara a los que nos niegan derechos básicos como el de la vivienda. Le pusimos voz y rostro y hemos llegado a generar espeanza, el sí se puede. Estamos en un momento de desidia política en el que, en muchas ocasiones, no tenemos dónde agarrarnos. Y con esto se ha generado mucha esperanza. Como aspecto político, también hay un antes y un después. Con nuestra estrategia ponemos un grano de arena dentro del debate y, creo, hemos ayudado a ganar posiciones frente la sacrosanta propiedad privada. Además, tampoco podemos olvidar cómo han ido cambiando los discursos. En el fondo, la clave está en que no es posible que haya viviendas sin habitar. Además, cada vez más gente se plantea que los derechos humanos son antes que los de los banqueros. La movilización también ha servido para que se sepa qué parque de vivienda pública existe, que se conozca cuáles son los datos reales. Y estos deberían de avergonzar a cualquiera. Además, después de nuestra experiencia se han creado un montón de corralas más en Andalucía y también en otros puntos del Estado. Es un movimiento que se va generando.

La propuesta de realojo también ha generado críticas. Les acusan de no estar en situación de exclusión y contra usted se ha desatado una dura campaña.

Todo lo que se ha desatado contra nosotros se basa en un «divide y vencerás, que nos estamos colando». En Sevilla hay más de 500 viviendas que no se están utilizando. Nosotros desde el principio lo tenemos claro: es un ataque. Porque, además, hemos hablado muy clarito: la idea no es vivienda para nosotros. Esta es una lucha colectiva, por eso hicimos pública la ocupación. Llevamos dos años hablando con los hechos. En mi caso... no es la primera vez. Me lo podía imaginar, no es la primera vez. Estamos más de 100 personas y solo yo soy de IU. Se trata de un intento de desprestigiar, acusándome del delito mortal de tener un curro de seis meses. Estoy bien tranquila. Luchamos contra el capital.