Martxelo DÍAZ IRUÑEA

27 escalones recuerdan a 27 presos de la cárcel «Alfonso XII» en el centro de Teruel

Una instalación de la navarra Laura Delgado recuerda en Teruel a los 27 presos de esta ciudad que estuvieron encarcelados en San Cristóbal, en el monte Ezkaba. Sus nombres perviven escritos en la calle.

Una instalación elaborada por Laura Delgado, natural de Atarrabia, e instalada en pleno corazón de Teruel recuerda a los 27 presos de esta ciudad aragonesa que estuvieron encarcelados en el penal de San Cristóbal. Son 27 escalones de un pasadizo que une el casco histórico turolense con el barrio de San León en los que ha escrito el nombre de cada prisionero. Se trata de un espacio por el que cotidianamente pasa mucha gente, puesto que es el camino natural para ir a la universidad. Letras blancas sobre fondo negro que recuerdan la identidad de una pequeña parte de los 5.000 presos que pasaron por el penal.

El objetivo de esta obra es hacer que quienes suban o bajen las escaleras se pregunten por el motivo por el que se han escrito esos nombres. «La idea es sugerir más que mostrar claramente. Hacer que la gente se haga preguntas. He apostado por la abstracción en vez de hacer una obra figurativa», explica Delgado.

Teruel fue una de las zonas del Estado que más duramente sufrió la represión franquista. El fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba, en Iruñerria, fue reconvertido en penal para acoger a presos llegados desde otras partes del Estado. Era como la dispersión que conocemos actualmente pero con Nafarroa como punto de llegada, no de partida.

«El propósito de esta intervención es dar a conocer los nombres y apellidos de personas que verdaderamente lucharon por una vida mejor para sus hijos y nietos, conocer a las personas que sufrieron en sus propias carnes una etapa trágica de nuestra historia», comenta la autora.

Delgado recurrió a los libros de Iñaki Alforja y Fermín Ezkieta para recopilar el listado de presos turolenses que estuvieron encarcelados en el monte Ezkaba. «Sabemos que son presos. No sabemos si participaron o no en la fuga ni tampoco si pudieron regresar a sus casas», explica.

Está satisfecha con la acogida que ha tenido su trabajo entre los vecinos de Teruel. «No hemos experimentado rechazo, sino que hemos tenido bastante apoyo en las redes sociales. Había gente que pasaba y no hacía ni caso, pero también había muchos que se preguntaban por qué estaban escritos esos nombres en las escaleras». Y ese era el objetivo.

Ocho instalaciones más

Laura Delgado estudia el grado de Bellas Artes en Teruel y esta instalación forma parte de su proyecto de fin de carrera. Junto a la obra de las escaleras, hay otras ocho instalaciones que también se centran en el penal del monte Ezkaba y que se mostrarán en una sala. Tiene el nombre de «Caronte. El precio entre la vida y la muerte» y recoge experiencias de los presos de San Cristóbal. El objetivo de sacar una de las instalaciones a la calle era poder llegar a gente que no iría nunca a una sala de exposiciones.

El conjunto del trabajo podrá verse del 3 al 10 de junio en una sala de Teruel. La intención de Delgado es que, posteriormente, la obra pueda verse también en Nafarroa. De momento, está interesada una sala en Iruñea. El año pasado, otras obras de Delgado pudieron verse en Auritz y en Donibane Garazi.