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Los prorrusos piden tropas a Putin tras un tiroteo en Slaviansk

Un tiroteo en un control cerca de la ciudad de Slaviansk, en el este de Ucrania, que dejó al menos dos muertos, puso en cuestión el ya frágil acuerdo alcanzado en Ginebra para rebajar la tensión en el país e hizo que las milicias prorrusas pidieran la intervención de Moscú. Los prorrusos acusaron a Kiev y sus grupos paramilitares de haber disparado, mientras estos aseguraron que se trató de un montaje ruso.

El autoproclamado alcalde de la ciudad de Slaviansk, controlado por los grupos prorrusos, pidió ayer al presidente ruso, Vladimir Putin, que envíe tropas o entregue armas para proteger a la población local, después de un tiroteo mortal con el que se dio por rota la tregua de Pascua.

«Le pedimos estudiar lo más rápidamente posible la posibilidad de enviar fuerzas de mantenimiento de la paz para defender a la población contra los fascistas», declaró Viacheslav Ponomarev, dirigiéndose directamente a Putin en una rueda de prensa en Slaviansk, en el este de Ucrania.

En caso de que esta opción no sea posible, «envíenos armas» añadió. El alcalde decretó además un toque de queda en la ciudad, controlada por los rebeldes prorrusos desde hace más de una semana, que no será levantado hasta que «cese la amenaza de un ataque» de las fuerzas ucranianas.

Asimismo, Ponomarev anunció que han contactado con los mediadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), aunque no reveló el contenido de las conversaciones.

El incidente ha servido para elevar la tensión y enrocar aún más las posiciones en una jornada de tregua por la celebración de la Pascua. Sucedió en la localidad de Bilbasivka, a unos 18 kilómetros al oeste de Slaviansk. Durante la noche se produjo un tiroteo en un puesto de control montado por los prorrusos. Según Ponomariov, el tiroteo se saldó con cinco muertos, tres militantes prorrusos y dos asaltantes. Un fotógrafo de la AFP confirmó el transporte de los cuerpos sin vida de dos militantes prorrusos en una camioneta. «Cuatro coches se aproximaron a nuestro puesto de control hacia la 1.00. Cuando quisimos controlarlos, abrieron fuego contra nosotros con armas automáticas», señaló a la AFP un militante prorruso.

Acusan al Sector de Derechas

«Ahora, tenemos que armarnos para defendernos. Ya no confiamos en nadie», afirmaba Evgueni Bondarenko, un jubilado de 62 años, que aseguró que los asaltantes eran del grupo paramilitar ucraniano Pravy Sektor (Sector de Derechas).

Moscú reaccionó a este incidente, que atribuyó también al Sector de Derechas y que se produce tres días después de la firma del acuerdo en Ginebra que pretendía rebajar la tensión en la crisis ucraniana.

«Rusia está indignada por esta provocación, que muestra la falta de buena voluntad de las autoridades de Kiev», señaló en un comunicado el ministerio ruso de Relaciones Exteriores.

El grupo paramilitar negó haber estado involucrado en el suceso y denunció «la propaganda rusa, que es peor que la de la Alemania nazi».

La Policía y los servicios secretos ucranianos (SBU) también acusaron a Rusia de escenificar el incidente de Slaviansk. «Los delincuentes armados y saboteadores que están aterrorizando a la población de los alrededores de Slaviansk (...) han caído en una cínica provocación», denunció el SBU, que añadió que en el lugar no había nadie presente «aparte de los saboteadores y criminales apoyados y armados por agentes de la GRU (inteligencia militar) rusa». En Slaviansk, los militantes prorrusos tienen bajo control el Ayuntamiento, la Policía y la sede local de los servicios de inteligencia desde hace más de una semana. Esos activistas locales cuentan con el respaldo de hombres armados presentados como grupos de autodefensa, si bien Kiev y los occidentales los acusan de ser tropas de élite rusas.

Kiev demanda apoyo a Occidente para parar a Rusia

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, acusó a Rusia de «romper la estabilidad internacional» y pidió apoyo económico a sus aliados occidentales para modernizar el Ejército. En una entrevista en la cadena estadounidense NBC, Yatseniuk afirmó que «el mundo tiene razones para inquietarse por las intenciones de Putin» y puso como ejemplo que «ha puesto fin a todos los programas de no proliferación nuclear», en referencia al Memorándum de Budapest de 1994, por el que Kiev aceptaba deshacerse de su arsenal nuclear a cambio de la garantía de su integridad territorial. «Es evidente que hoy Rusia es una amenaza para el mundo, para la Unión Europea y para Ucrania», añadió.

Yatseniuk aprovechó para pedir más apoyo occidental. «Tenemos que estar en plena forma para parar a Rusia y para eso necesitamos de un apoyo real de nuestros socios occidentales. Necesitamos ayuda económica y financiera, necesitamos modernizar el Ejército ucraniano y revisar todas las estructuras de defensa ucranianas». También acusó a Putin de «soñar con restaurar la Unión Soviética, cada día va un poco más lejos y solo dios sabe donde parará». GARA