Ibon Iparragirre fue agredido este domingo por dos funcionarios de prisiones en el penal de Basauri. Así lo denunció ayer la familia del preso ondarroarra, encarcelado de nuevo el pasado 7 de marzo pese a sufrir una grave enfermedad. Como es sabido, antes el represaliado se encontraba en prisión atenuada en su domicilio.

Según ha difundido la plataforma Iparra Galdu Baik, esta agresión se produjo durante el recuento nocturno del domingo, cuando, ante la tardanza de los funcionarios, Ibon Iparragirre decidió cerrar él mismo la puerta de su celda. «Acto seguido los funcionarios entraron en su celda y le propinaron dos tortazos cada uno, como consecuencia de los cuales cayó al suelo y se dio un golpe en la cabeza». Sus allegados han criticado las condiciones de vida a las que debe hacer frente el preso vasco pese a su enfermedad.

En este sentido, apuntan que, desde que fue trasladado al modulo en que se halla ahora, los funcionarios no le suministran la medicación que tiene prescrita para evitar los ataques de epilepsia. En una conversación telefónica con su madre, el propio Iparragirre explicó que, en lugar del fármaco habitual, los funcionarios le proporcionan otro cuya composición y efectos ignora.

«Esta nueva agresión contra un preso que se encuentra gravemente enfermo pone de manifiesto la crueldad del sistema penitenciario, y la impunidad con la que está acostumbrados a funcionar algunos funcionarios de prisiones. ¡No lo permitiremos! ¡Defendamos a Ibon y a todos los presos enfermos!», manifiesta la plataforma, que el pasado domingo, el mismo día en el que tuvo lugar esta agresión, dio cuenta de otro ataque contra Iparragirre en el interior de la prisión vizcaina.

La citada agresión tuvo lugar el 14 de abril, cuando un preso social arrojó un café a la cara del represaliado, que también recibió un puñetazo en la boca. Como consecuencia del golpe, Iparragirre cayó al suelo y se hizo una herida en la cabeza. Tras sufrir la agresión fue trasladado a este denominado «módulo de respeto», donde no tiene contacto con otros presos.

Una detención «ilógica»

Cabe recordar que la Ertzaintza arrestó a Ibon Iparragirre el pasado 7 de marzo por orden de la Audiencia Nacional. Al parecer, este tribunal de excepción emitió la orden después de que el Tribunal Supremo ratificara una condena por un atentado ocurrido en setiembre de 2008. Pese a que la enfermedad continúa en sus mismos términos, esta novedad judicial fue usada para devolverlo a prisión.

Tras conocer la detención, su abogado, Alfonso Zenon, calificó de «ilógica» la situación, ya que el preso estaba cumpliendo condena en su domicilio, en régimen de prisión atenuada. Además, subrayó que la dirección de la prisión conoce perfectamente su estado de salud, dado que, hasta su ingreso en el penal, Iparragirre acudía semanalmente a la cárcel de Basauri.

Por su parte, Sortu manifestó ayer que la agresión es consecuencia «de una política penitenciaria cruel y vengativa que conculca derechos fundamentales de los presos» vascos.