Maite SOROA
msoroa@gara.net
PAPEREZKO LUPA

¿Imponen, amenazan?

En la prensa de extremo centro «el desafío independentista» tiene su propia sección fija. Un ejemplo es «La Razón», y sus algunas y algunos de sus columnistas lo son de su obsesión.

Alfonso Ussía comenzaba ayer su artículo, dedicado al proceso soberanista catalán, diciendo que los resultados electorales «son motivo de alto humor cuando los analizan los partidos políticos. Todos ganan». Por una vez una está de acuerdo, aunque ignora qué es eso de «alto humor». ¿Será lo que presuntamente hace él? Después se refería a las encuestas sobre Catalunya: «Se dice que el afán separatista de Mas y de CiU -Durán Lleida ahí sigue-, le ha hecho perder centenares de miles de votos. Será otra la razón. Porque si esos votos que pierde CiU aterrizan en ERC, no es el afán separatista el motivo del batacazo (...)». Eso también parece bastante claro. Atribuía la pérdida de votos que anteayer le auguraba a CiU la encuesta de «La Razón» al «desastre económico de la administración nacionalista». Por tercera vez, no será servidora quien le quite la razón al talismán de «La Razón» en lo referente al desastre económico, pero sabiendo de su tendencia pepera, e incluso más derechosa, si ello es posible, mejor haría en preocuparse por la viga de hormigón de su ojo. Después hablaba de la mencionada encuesta, según la cual «ha descendido el número de partidarios de la separación de Cataluña del resto de España». Pero no le parecía tranquilizadora «la cifra de partidarios de España y se me antoja pavorosa la de los catalanes independentistas, aunque haya menguado el porcentaje». En realidad, le parece pavoroso que alguien piense de forma diferente a él. Y después llegaba, en esta ocasión sí, el humor: «Cataluña es un sistema establecido. Sus respectivos gobiernos de la Generalidad siempre han contado con la colaboración y el apoyo de los medios de comunicación catalanes. Tienen una cadena de televisión exclusivamente orientada a fomentar el odio contra el resto de España y presentar como una quimera lo que significaría la ruina de Cataluña». Una quimera lo será para Ussía, no para la mayoría de catalanas y catalanes, por quienes muestra gran preocupación. ¿También por quienes le dan pavor? Y concluía contando otro chiste: «La masa constitucionalista es mansa, educada, tolerante y callada». Eso, como Ussía. Sin embargo, «La separatista, activa. Impone, amenaza y domina la propaganda». Va a resultar que no es una viga, sino un edificio entero.