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Un juzgado de Iruñea acoge el primer juicio por cláusulas bancarias abusivas

El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Iruñea acogió ayer el primer juicio en Nafarroa por cláusulas bancarias abusivas, en este caso de Caja España, tras la denuncia presentada por una familia de Huarte que detectó numerosas disposiciones de este tipo en su préstamo hipotecario.

Durante la vista oral, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca convocó una concentración frente a los juzgados, encabezada por una pancarta en la que se leía «Caja España ladrones. Lapurrak», donde exigieron a esta entidad que retire la cláusula suelo y devuelva a la familia afectada el importe que consideran que les ha cobrado indebidamente tanto por esta disposición como por las «obligaciones ilegales, vencimientos anticipados y un buen número de cláusulas financieras no negociadas».

Entre gritos de apoyo y lemas como «Caja España estafa y engaña» o «queremos solución, cláusula suelo eliminación», la pareja ecuatoriana formada por Marcia y Ramiro relataron su situación y aseguraron sentirse «engañados y estafados» porque les endosaron una subrogación hipotecaria en peores condiciones que la que tenían y a eso le añadieron además una cláusula suelo, sin haberles explicado «nada».

El portavoz de las plataformas Mikel Otazu explicó que tenían una hipoteca suscrita con Caja Laboral por euríbor más 0,87 y que Caja España se dirigió a ellos para subrogarla con una oferta en apariencia mejor de euríbor más 0,40, pero que, al no cumplir los requisitos exigidos, pasó a ser euríbor más 1,15.

Además, al negociar no les dieron la oferta vinculante y posteriormente comprobaron que en la letra pequeña aparecía la cláusula suelo.

La pareja, que ha tenido que recurrir a la justicia gratuita para poder ir a juicio, dijo sentirse «estafada» porque aunque supuestamente el euríbor está bajando, ellos no observan ningún beneficio y se ven perjudicados con «alrededor de 2.000 euros al año».

Su objetivo es lograr una sentencia similar a la dictada recientemente en Donostia, que anula la cláusula suelo de una hipoteca suscrita por un matrimonio guipuzcoano con Caja España y condena a la entidad a restituir a los afectados el importe indebidamente cobrado.

Otazu incidió en la importancia de lograr una sentencia ejemplarizante que sirva como base para los cientos de miles de afectados por estas prácticas.