Ion SALGADO
RECREACIÓN DE LA BATALLA DE LOS INTXORTAS

La lucha contra el fascismo sigue viva en la memoria de un pueblo que exige justicia

L a recreación de la Batalla de los Intxortas, que ayer congregó a cientos de personas en Elgeta, sirvió para recordar a los gudaris y a los milicianos que hace 77 años hicieron frente al fascismo en las montañas que rodean esta localidad. Los asistentes también denunciaron la impunidad de la que gozan los responsables del régimen franquista.

Hace 77 años las praderas y los bosques de los Intxortas se tiñeron de rojo. Desde octubre de 1936 hasta abril de 1937 este idílico paraje, situado en la muga entre Bizkaia y Gipuzkoa, acogió una cruenta batalla entre los integrantes del Euzko Gudarostea -compuesto por gudaris y milicianos del PNV, de ANV, del PCE de las JSU- y los miembros del bando franquista, formado por la IV Brigada de Navarra, los regimientos América y Arapiles y as tropas marroquíes del V Tabor de Tetuán. Sin olvidar a los soldados italianos de la Brigada Mixta Flechas Negras y a la Legión Cóndor, que bombardeó Bizkaia y Gipuzkoa al servicio de Francisco Franco.

Defensores de la libertad y acólitos del fascismo se enfrentaron durante siete meses en las colinas que rodean Elgeta, donde se había desplegado una barrera formada por 1.400 personas. En los alrededores de Zabaletamendi se apostaron los jóvenes socialistas de UHP, procedentes de Bergara y Oñati; en Gazteluatx se establecieron las metralletas y las piezas de artillería; y en la primera línea se colocaron los gudaris del batallón Martiartu, comandado por Pablo Beldarrain, y los milicianos del batallón Dragones, formado por arrasatearras.

Pese a que no contaban con las mejores armas, su conocimiento del terreno les permitió frenar durante más de medio año el avance de los golpistas, que, gracias a la ayuda de los nazis, lograron romper el muro defensivo y tomar Elgeta en abril de 1937. Un avance que llegó acompañado de ejecuciones y violaciones, tal como recordaron los vecinos de esta localidad guipuzcoana, que ayer se dieron cita en los Intxortas para presenciar la recreación de la batalla y recordar a las víctimas del fascismo. A las que murieron luchando en las trincheras que marcaban el frente y a las que fallecieron como consecuencia de la represión posterior.

La recreación comenzó a las 11.00, cuando una escuadra de de gudaris y milicianos, precedidos de un grupo de txistularis y tamborreros, inició la marcha hacia las montañas desde el centro del pueblo. Con sus armas al hombro emprendieron el camino hacia las trincheras, colocadas frente al monumento Intxortako Atea, erigido en 2007 en recuerdo de las personas que dieron su vida para defender la democracia. Una vez allí, tomaron posiciones y, como en 1937, esperaron la llegada de los sublevados.

Los primeros en aparecer fueron los requetés de la IV Brigada de Navarra, que se presentaron a las 11.35 con una pieza de artillería y dando vivas a Cristo Rey. A estos se sumaron los regulares y las tropas marroquíes, que se desplegaron en el centro de la campa, así como un grupo de falangistas. Estos últimos proferían gritos en honor a José Antonio Primo de Rivera e insultos a los milicianos y a los gudaris. «Rojos y separatistas», en la terminología de los portadores del yugo y las flechas.

Tras treinta minutos de contienda, escenificada con un buen espectáculo pirotécnico, los fascistas se replegaron entre los vítores de los gudaris. «Todos los años igual, no hay forma de ganarles», lamentaba un hombre disfrazado de falangista, que emprendía la huida junto al resto de sus compañeros.

Sin embargo, hace 77 el resultado de la batalla fue muy diferente, ya que fueron los alzados contra la República quienes se impusieron en las Intxortas. Una victoria que dio paso a una brutal represión y a un régimen dictatorial. Ayer los asistentes volvieron a recordar que los responsables de este régimen, gozan de una impunidad total en el Estado español, tal como ha demostrado la Audiencia Nacional, que la semana pasada rechazó extraditar a Argentina al excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas Aguilar, reclamado por torturar a detenidos durante el franquismo.

Contra la impunidad

Dicha impunidad fue denunciada por los presentes, que secundaron una manifestación al finalizar la recreación. La movilización, a las que asistieron el portavoz del Gobierno autonómico, Josu Erkoreka, la portavoz de la Diputación foral de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, y el alcalde de Elgeta, Oxel Erostarbe, entre otros, estuvo encabezada por el lema «Frankismoaren zigorgabetasunari tolerantziarik ez!». La manifestación hizo un alto en la ermita de Xalbador, donde se realizó una ofrenda floral en recuerdo de las víctimas del franquismo y se reclamó una ley de memoria histórica para la CAV. Una norma que sea el menos similar a la aprobada por la oposición parlamentaria en Nafarroa en 2013.

Al término de la marcha, que finalizó en el centro de Elgeta, Ugarte destacó la importancia de recuperar la memoria histórica de Euskal Herria, y reiteró que las víctimas del franquismo tienen derecho a la verdad, a la justicia y la reparación, así como a que se den garantías de no repetición. Por contra, «vemos como el franquismo goza de impunidad», añadió la diputada y portavoz del Gobierno foral de Gipuzkoa, que criticó a Madrid por poner trabas al proceso abierto por la juez argentina María Servini.

Por su parte, Josu Erkoreka, que elogió la lucha de los milicianos y de los gudaris vascos, aseguró que el Ejecutivo jeltzale ha realizado una «apuesta importante» en favor de la memoria histórica.