«Durante los nueve meses de esfuerzos del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en la región, el Gobierno de Netanyahu promovió planes y ofertas de al menos 13.851 unidades de vivienda en colonias en Cisjordania y en Jerusalén Este», denunció ayer la ONG israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora). Resaltó que estas casi 14.000 viviendas «son una cifra sin precedentes que representan una media de 50 casas al día o 1.540 al mes», lo que implica «un número de ofertas 4 veces mayor en comparación con años anteriores».

Lamentó que la construcción y los anuncios «no fueron solo destructivos para los esfuerzos norteamericanos o para promover la confianza entre las partes en negociación. Crearon, además, hechos sobre el terreno que prueban, más que cualquier otra cosa, que el Gobierno de Netanyahu no quiere conseguir la solución de los dos estados sino que actúa para fortalecer el control israelí sobre los territorios ocupados».

Los datos se dieron a conocer en la misma jornada en que expira el plazo de nueve meses iniciado en julio del pasado año bajo patrocinio estadounidense para que ambas partes alcanzaran un acuerdo marco que resolviera las cuestiones más importantes del conflicto, entre ellas, la delimitación de fronteras, los mecanismos de seguridad, el estatus de Jerusalén, el regreso de los refugiados palestinos y las colonias.

Sin embargo, israelíes y palestinos fracasaron en lograr un entendimiento durante el período establecido y el primer ministro israelí anunció la pasada semana el fin de las conversaciones, después de que los palestinos firmaran un acuerdo de reconciliación Hamas.

La expansión de las colonias es una línea roja entre palestinos e israelíes y fue uno de los principales motivos por los que fracasaron las negociaciones tres años atrás, cuando Israel se negó a prolongar una paralización en la edificación de las colonias en Cisjordania y Jerusalén. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, exigió detener la construcción de viviendas en las colonias como uno de los requisitos clave para ampliar el proceso, demanda rechazada por Israel.

Por otra parte, soldados israelíes demolieron varios inmuebles, incluida una mezquita construida en 2008, en Cisjordania. Cientos de soldados se desplegaron a primera hora de la mañana del lunes en Jirbet al Taweel para custodiar seis máquinas con las que redujeron tanto la mezquita como tres viviendas, varios refugios de animales y un deposito comunal. Alrededor de una treintena de personas se quedaron sin techo por estas acciones.

«Fui a realizar mis oraciones del amanecer y me encontré al Ejército rodeando la mezquita. Después, los militares la derrumbaron. Quieren esta zona para poder construir en ella asentamientos», denunció relató Abdelfatá Maruf, de 63 años.