Un juez de Donostia ha sentenciado que el Índice de Referencia de Préstamo Hipotecario (IRPH) en su variedad de Cajas que Kutxabank aplicaba al crédito de esta pareja de Tolosa era «abusivo» y ha ordenado que les sea devuelta la diferencia entre este índice y el euríbor+1, además de los intereses de los últimos años. La diferencia mensual entre una fórmula, con IRPH, y la otra, euríbor+1, era de 240 euros al mes.

¿Cómo han recibido la sentencia? ¿La esperaban?

Cuando te metes en una denuncia de este tipo es porque consideras que tienes razón y que te van a hacer caso, pero siempre te quedan dudas sabiendo cómo esta la Justicia. Es verdad que la alegría que nos hemos llevado ha sido muy grande, pero no solo por nosotros sino por todos los afectados.

El préstamo se remonta a 2007 ¿Cómo fue la negociación del mismo con Kutxa?

La verdad es que de negociación poca, te dicen lo que hay, lo que ofrecen y si quieres lo tomas y, si no, lo dejas y te vas a otro banco. Nosotros fuimos a Kutxa porque era el banco de la familia de toda la vida. Allí tenían la cuenta mis aitonas, mis aitas y mi suegra. Ni nos planteamos ir a otro sitio.

Teniendo en cuenta esta fidelidad ¿les explicaron las condiciones del préstamo?

No solo no nos explicaron la letra pequeña de la hipoteca, sino que ni siquiera nos dejaron un contrato vinculante para que lo pudiéramos repasar tranquilamente. Están obligados por ley a dejarte el contrato y darte un plazo de diez días, pero de eso nos hemos enterado después.

¿Cómo se percataron del abuso?

Estábamos colaborando como voluntarios con la plataforma Stop Desahucios, cuando una chica comentó el problema que tenía con su hipoteca y con la cláusula IRPH. Fue entonces cuando revisamos la nuestra y nos dimos cuenta de que nosotros también teníamos ése índice. Entonces nos cuadró un tema al que llevábamos tiempo dándole vueltas y es que a mis hermanos les iban reduciendo las cuotas de sus hipotecas con las bajadas del euríbor y la nuestra no bajaba nunca.

¿Qué hicieron?

Nos presentamos en la sucursal y nos atendió una asesora que era incapaz de explicarnos lo que estaban haciendo. Entonces decidimos anular todos los seguros y las cuentas corrientes. Porque el índice IRPH es un abuso, pero no es el único que hacen los bancos, también está la obligación de contratar pólizas con las aseguradoras que ellos proponen. Tras estos trámites nos dirigimos directamente a la directora de la sucursal, pero ella se negaba a hablar conmigo. Decía que yo le intimidaba porque iba con la camiseta y pegatinas de Stop Desahucios. Ahí terminó la relación porque Kutxabank nunca negocia. No nos han llamado nunca y tampoco lo hacen a los demás afectados.

¿En ese momento se plantearon la denuncia judicial?

Una vez que se negaron a negociar empezamos a movernos con la plataforma y a formalizar la denuncia, a movilizarnos y a informar a la gente. Cada vez se acercaba más gente con el mismo problema. Cuando vieron que esto iba a más, empezaron a negociar en algunos casos, pero otra vez con engaños. Al que tenía un 5% de interés le ofrecían un 3,9% cuando con el euríbor+1 estaba en el 1,5%. Engañaron entonces y lo siguen haciendo ahora.

¿Cuánto dinero les tienen que devolver Kutxabank por la sentencia?

Todavía no lo sabemos exactamente porque es posible que el juez aplique la anulación de la cláusula desde 2010. En cualquier caso son varios miles de euros. Los mismos que están quitando a otras personas, a gente humilde, a trabajadores, a parados.

El cálculo de lo que han pagado de más cada mes en los últimos años es de 240 euros.

Así es, lo que ocurre es que no te devuelven todo. Te dan la mitad, 120 euros, y la otra mitad se queda en el banco para ir amortizando el préstamo.

¿Cómo valoran que Kutxabank haya anunciado que va a recurrir la sentencia?

Es la prueba de la avaricia, de la maldad de esta gente. Pero si somos sinceros, casi preferimos que planteen el recurso y lo ganen, porque en ese caso nosotros recurriríamos al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y estamos seguros de que nos volverían a dar la razón, con la diferencia de que esa sentencia al venir de un tribunal superior tendrá que extenderse a todos los afectados. Entonces no nos beneficiaríamos nosotros solos sino toda la gente a la que han tenido engañada.

Es un gesto de solidaridad.

Es que no cabe otra que ser solidarios para que no se salgan con la suya, porque está robando a quienes menos tienen, a los más indefensos. Hay demasiada gente que, aunque tenga razón, no se puede permitir el lujo de poner una denuncia y meterse en un juicio.