Pablo CABEZA BILBO
Elkarrizketa
IBAI GOGORTZA
GUITARRA, SAXO Y VOCES DE BORROKAN

«Nos gusta dar tiempo a las cosas, que vayan tomando sentido»

Borrokan llevan varias décadas apostando por la singularidad frente a lo común. Crecer en Bera es embadurnarse de una musicalidad propia y no dada ni a la canción de éxito ni al sonido simplón. «Zuak» es el tercer disco de la banda. Una nueva apuesta por el rock ambiguo, terco en sus ritmos, atrevido en sus cambios y sonoridad. De estilizado diseño, su contenido es densa ebullición.

Dentro de las diferentes apuestas que la dinámica escena musical vasca propone, Borrokan se encuentra entre los insurgentes, aquellos músicos maltratados por la mayoría de medios de comunicación, pero que, aun así, poco influye tal circunstancia en su espíritu e inalienable objetivo: buscar los sonidos disonantes y díscolos del rock, proponer una especie de mantra donde ritmo, guitarra, textos y voz penetran con intenciones hipnóticas. Es el elocuente caso de «Noiz da gero», pero valdría cualquier track de «Zuak».

«Es difícil recordar nuestro comienzo ya que por aquellos días tendríamos unos 12 o 13 años. Joseba Lertxundi, Mikel Lertxundi, David Sebastian y yo vivíamos en Zalain, un barrio a las afueras de Bera. Solíamos andar salseando con bidones de plástico y sartenes simulando baterías y cada uno teníamos montada la nuestra en casa. Me acuerdo que un día vino Mikel Etxegarai a casa y le dije que probara mi batería. Se puso a tocar y nos dejó a cuadros. Por aquel entonces ellos arrancaban con Gutariko Bat».

Gutariko Bat (1994) fue una de las formaciones pioneras en el sonido Bera. En la banda se hallaba Xabier Erkizia, parte de la organización del festival Ertz, miembro de Billy Bao (¡acaban de grabar disco en Nigeria!), mil cosas más, y productor de «Zuak». Comenta: «La tenacidad es una cualidad bastante común en muchos músicos, pero que en escasas ocasiones se llega a manifestar de una forma tan clara y evidente como en el caso de esta banda. Conozco a Borrokan desde que eran adolescentes y me cuesta recordar alguna situación en la que no estuvieran discutiendo. La razón era lo de menos. Estos chicos son capaces de discutir por cualquier detalle relativo a su proyectos, por muy pequeños que puedan parecer a primera vista. Son minuciosos (y prudentemente desconfiados) hasta límites insospechados. Pero esa condición tan suya, lejos de convertirse en una cualidad destructiva, es una de las características más importantes y valiosas de su música. Escucharlos es suficiente para darse cuenta de ello. Las canciones de Borrokan son auténticos ejercicios de arquitectura musical, complejas, ricas en matices, llenas de detalles, por momentos casi rozando el virtuosismo. Tienen la habilidad de ir directos a donde quieren llegar, sin aspavientos, sin perder las formas. No consigo recordar cuantos años llevan juntos, pero sé que son muchos. Muchos años de integridad musical, muchos años de discusiones. El nombre les viene al pelo».

Gogortza continúa con sus recuerdos de juventud, desenterrando la esencia del grupo: «Luego ya tuvimos una batería de verdad, guitarra y bajo y los enchufábamos a una minicadena. Era un experimento continuo y la cuestión es que lo sigue siendo, aunque se puede decir que ahora somos un poco menos chapuceros ¡jeje!».

Poco más tarde entra Gorka Arretxea como batería y graban una canción para Nafarroa Oinez, año 94, lo que significa su estreno en estudio. En el 98 graban dos canciones para el recopilatorio «Museum», ya se han incorporado Iñaki Iratzoki a la guitarra y Mikel Lertxundi a la batería. Con esta grabación se publica «Borrokan» (2002), diez canciones con mucho post-rock. Cinco años más tarde autoeditan «Hitzez ulertu ezin dena omendu nahi nuke. Oraintxe!» Ya está en la formación Iñigo Telletxea al bajo.

El sugerente y atractivo tercer disco, «Zuak», está disponible desde hace unas semanas. No ha habido parones, pero tampoco les quema la ansiedad: «Es verdad que no le dedicamos todo nuestro tiempo libre al grupo, pero este es nuestro ritmo desde el inicio. Nos gusta dar tiempo a las cosas, que vayan plasmándose y cogiendo sentido. Algunos de nosotros estamos o hemos estado en otros proyectos, pero esto no ha afectado a nuestra manera de trabajar».

El caso es que a «Zuak» se le esperaba con sabia curiosidad desde hace muchos meses. «La paradoja es que en un principio habíamos planeado hacer el disco en poco tiempo, pero al final nos ha costado hacerlo casi dos años. La grabación la hicimos en un mes y luego nos dimos un tiempo antes de comenzar con las mezclas. De ahí en adelante se nos fue atrasando todo: las mezclas, el máster, la portada...,hasta casi volvernos locos. Hemos invertido mucho tiempo en las mezclas con Xabi [Erkizia] y también le hemos dado mucha importancia al máster, el cual nos lo ha hecho Marcello Liberato. Hablamos con él durante el festival Ertz del año pasado y le dio una escucha a lo que habíamos hecho, le gustó y se puso a trabajar en ello desde su estudio en Roma. En cualquier caso, estamos contentos con el resultado, o por lo menos nos hemos quitado un buen peso de encima».

«Zuak» no es un disco evidente, exige una cierta cultura y predisposición a la inquietud. La base es el rock, pero Borrokan trabaja para que los ritmos, las estructuras sean sombra y luz, vigor y tensión. «Una canción como «Idortea» no está muy lejos de rock de AC/DC, pero el corte se queda en Bera. «También Xabier Erkizia veía el tema como un blues... No sé, es una canción que compuso Joseba con un organillo y su voz. Luego la arreglamos para tocarla en grupo y acabó teniendo esta forma. Creo que es una canción que tiene una fachada aparentemente simple, pero lleva muchísimos detalles que invitan a escucharla con más y más atención».

Sin línea en el horizonte, sin límites. «No queremos llegar a ninguna parte, simplemente nos gusta hacer aquello que nos gustaría escuchar. Uno de los momentos más bonitos en la composición de una canción es el momento de darle sentido a un ritmo o melodía que nunca antes habías escuchado. Y lo más intenso es ver que nunca acaba siendo como podrías haberlo imaginado. Eso es lo que nos motiva».

Borrokan cuentan con un disco excitante y un directo a su imagen. Este sábado se les espera en Urtxola ostatua de Sara a partir de las 23.00.