Juanjo BASTERRA

La Ertzaintza hizo posible el desahucio de tres familias por el Banco Popular

La Ertzaintza posibilitó ayer el desalojo de las familias de la calle Mena de Bilbo por decisión del Banco Popular. Pagaban cada mes, aunque lo hacían a una empresa que les alquiló las viviendas, que después pasaron a manos del banco. Al final, serán realojadas en la capital.

Nadie daba crédito en el barrio de San Francisco de Bilbo que tres familias hayan tenido que abandonar sus casas a pesar de que pagaban todos los meses su alquiler. La Ertzaintza dio cobertura a la decisión irreversible del Banco Popular cortando la calle a la solidaridad de vecinos y colectivos sociales y sindicales de Bizkaia que acudieron para intentar impedir lo inevitable en este caso. También estuvieron concejales de EH Bildu de Bilbo que ante la llegada de varios técnicos de Viviendas Municipales criticaron que reaccionaran «tan tarde» con la tercera familia del inmueble, a la que no habían encontrado una solución, como a las otras dos.

La Ertzaintza cortó la calle a primer ahora de la mañana. La solidaridad fue en aumento y tres horas más tarde los miembros de la familia afectada salieron a la calle y llevaron sus enseres a una furgoneta que los trasladó, mientras que el Ayuntamiento de Bilbo pone una vivienda a disposición de los desalojados.

Hubo mucha emoción y gritos contra de los banqueros y la colaboración de la Ertzaintza con el poder económico. Periko Solabarria y Tasio Erkizia se fundieron en abrazos con esta última familia en la calle Mena, que agradeció el apoyo de la gente.

El abogado de las tres familias, Patxi de la Fuente, reconoció que se vivieron momentos muy tensos y criticó que el Banco Popular «no ha querido llegar a un acuerdo con estas familias, que tenían todos los pagos realizados». Criticó, igual que lo hicieron los concejales de EH Bildu, que el servicio de mediación municipal «no haya actuado antes para impedir el episodio de hoy. Nos parece vergonzoso que actúen de esta manera porque esto se podría haber evitado. Hasta que no ven a la gente en la calle no hacen nada», precisó.

Las familias llevaban desde 2011 pagando un arrendamiento. Tenían contrato por cinco años. Sin embargo, hace un año, les comunicaron que, cuando los contratos de estas viviendas fueron realizados con la empresa Proinsuco SL, ésta ya no era propietaria, por lo que el juez los invalidó. El dueño de los tres pisos es el Banco Popular.

Los colectivos sociales y sindicales, además de EH Bildu de Bilbo, se han manifestado durante dos semanas ante el Banco Popular para intentar llegar a un acuerdo para seguir pagando el alquiler y permanecer en las viviendas, pero, como reconoció el abogado De la Fuente, «ha sido imposible. No acceden». De hecho, ayer mismo, se intentó con el Banco Popular que esa última familia que ocupaba una de las tres viviendas pudiera quedarse un par de días más hasta que el Ayuntamiento de Bilbo habilitara uno de los pisos que tiene para estas situaciones, pero «el Banco Popular se negó en redondo». Por lo que una furgoneta se acercó para recoger los enseres y la familia fue realojada, en un primer momento, en un hotel y después les asignarán un piso, según explicaron los concejales, que «no entendemos porqué tienen que esperar hasta el último momento para alcanzar un acuerdo, si hemos estado con este tema negociando hace una semana». El Ayuntamiento dispone de 30 viviendas para este fin, dijeron los colectivos sociales.