José Luis Úriz Iglesias (*)
GAURKOA

«Billy el niño» y la dirección del PSN

Traicionado, así es como se siente el exparlamentario del PSN José Luis Úriz ante la actitud de los representantes de este partido en el Parlamento navarro, que dijeron no «considerar oportuno» que víctimas de la tortura durante el franquismo pudieran comparecer ante la Cámara. En un artículo sumamente crítico, el militante del PSN acusa a sus excompañeros de escupir a la cara a los torturados y de convertirse en cómplices «de quienes nos detuvieron, machacaron, de quienes defendían el franquismo a fuego y sangre».

El pasado 12 de abril, en un acto emblemático como el homenaje a los fusilados en la vuelta del castillo (momento oportuno), trasladé a un parlamentario de PSN-PSOE el deseo de las víctimas de los torturadores franquistas «Billy el niño» y Jesús Muñecas, entre los que me encuentro, de asistir al Parlamento de Navarra para trasladar nuestra lucha para conseguir que sean juzgados en nuestro país o, en su defecto, en Argentina.

La solicitud se hacía a través de Ceaqua, Coordinadora estatal de apoyo a la querella argentina contra crímenes del franquismo. La misma solicitud fue hecha a los grupos parlamentarios de I-E, Bildu y Geroa Bai, con excelente aceptación por su parte, por lo que existía mayoría necesaria para realizarlo.

La idea era, además de trasladar todo lo acontecido en los últimos meses, incluido el intento, fallido momentáneamente, de que fueran extraditados a Argentina para ser juzgados, intentar que desde el Parlamento de Navarra se pudiera aprobar una resolución apoyando nuestra lucha por el derecho a la justicia, la verdad y la reparación. Estaba convencido de que sería aceptada, ya que en otros parlamentos como los de Catalunya, Euskadi, Andalucía o Asturias había salido con los votos socialistas, y si en Madrid no ocurrió lo mismo fue por la mayoría absoluta del PP, que intenta por todos los medios obstaculizar este esfuerzo.

Al menos queríamos que escucharais nuestros argumentos, nuestra experiencia vital, nuestro sufrimiento vivido no hace demasiado tiempo. Lo hacía como socialista, aunque en el momento de los hecho militara en un PCE situado en primera línea de la lucha anti franquista, consciente de que gentes que se denominan de izquierdas debían colaborar sin fisuras en este empeño.

Ahora, con estupor, sorpresa primero e indignación después, recibo una comunicación vuestra en la que con la máxima frialdad me trasladáis que «no consideráis oportuno» esta presencia nuestra y que, por lo tanto, pasáis de que aquí se pueda hablar de ella. Os quería lanzar al hilo de esta deleznable decisión una serie de interrogantes: ¿No consideráis oportuno? ¿Quiénes sois vosotros para «no considerar oportuno» que víctimas de la tortura del franquismo podamos asistir al Parlamento de Navarra para exponer nuestra experiencia, nuestro sufrimiento cuando luchábamos por una democracia que ahora vosotros y vosotras disfrutáis? ¿A cuántas organizaciones, grupos, entidades de otra índole habéis permitido asistir? ¿Por qué a nosotros y nosotras no? ¿Tanto miedo os da nuestra palabra, nuestro relato? ¿O quizás no os autorizan a hacerlo quienes sistemáticamente están entorpeciendo todas nuestras acciones? ¿Cómo osáis definiros de izquierdas no siendo capaces de permitir a víctimas del franquismo exponer su verdad?

He sido militante de la izquierda durante los últimos 45 años, comunista 23, socialista otros 22, y jamás había sentido un ultraje de semejante categoría venido de gentes que se dicen también de izquierdas pero que se comportan como cómplices del franquismo. Porque: ¿cómo se debe interpretar a quien con su actitud, pasiva o activa, protege, tapa, encubre los crímenes del fascismo? ¿Cómo definís vosotros y vosotras evitar que se exponga en el Parlamento de Navarra aquellas experiencias que vivimos en la Dirección General de Seguridad? ¿Por qué tapáis las voces que denuncian las torturas que nos infligieron Billy el niño o Muñecas? ¿A qué tenéis miedo?

Al leer esas tres palabras, «no consideramos oportuno», he sentido de nuevo las manos de Billy sacudiéndome, especialmente sus golpes en la nuca mientras recordaba a Enrique Ruano, sus patadas, sus puñetazos, sus insultos, gritos, he recordado esos días en la siniestra DGS rodeado de miembros de la BPS subiendo y bajando constantemente de los calabozos a las salas de interrogatorios y los he sentido también de vosotros y vosotras.

Con vuestras palabras me he sentido de nuevo vejado, humillado, ultrajado y lo que es aún peor: traicionado. Pero yo al menos, dirigentes de mi partido, mantuve mi dignidad, mi gallardía y jamás bajé la testuz ante ellos. ¿Qué habrías hecho vosotros y vosotras? Aunque supongo que en aquellos instantes gentes así estarían debajo de las mesas acojonados.

Me siento traicionado por los que debieran ser mis compañeros y compañeras, por quienes deberían estar liderando, colaborando, apoyando en este intento de justicia, verdad y reparación. Permitidme que os diga alguna cosa, no todo lo que debería deciros para evitar que además me metáis una denuncia judicial: con esta decisión os comportáis como traidores a la izquierda, a la clase trabajadora, a la memoria de centenares, miles de militantes de esa izquierda que se dejaron la piel por instaurar la democracia, los derechos civiles, las libertades, incluso al PSN y su honorable historia.

En lugar de reconocérselo les (nos) escupís en la cara, nos dais la espalda cuando más os necesitamos, os convertís de alguna manera en cómplices de quienes nos detuvieron, machacaron, de quienes defendían el franquismo a fuego y sangre. Debéis tener claro que esta es una mancha que os acompañará siempre, algo que al menos yo jamás olvidaré y solo espero que el resto de la ciudadanía, que sí entiende este tema, tampoco lo haga.

Esas tres palabras os marcarán para siempre, os sitúan fuera de una izquierda digna, honorable, luchadora. Me entran ganas de gritaros, aunque no lo haré por respeto a un PSN en el que no merecéis militar: ¡Malditos seáis! Maldita vuestra decisión que os sitúa en el campo de nuestros enemigos, en la trinchera de enfrente. Un día dejaréis de pertenecer a un partido con el que realmente no coincidís, porque debéis saber que el PSN, su historia, su esencia, sí habría aceptado nuestra presencia.

Espero no veros por ningún acto referente a la memoria de la lucha antifranquista, porque las teorías se demuestran con los hechos. Las fotos para el lucimiento personal se ganan con la lucha por la recuperación de una memoria que vosotros intentáis enterrar con esta decisión. Pero no dudéis de que seguiremos nuestra lucha incansable por la justicia, la verdad y la reparación, sin vosotros y vosotras, pero seguiremos, en Navarra también, y cada día que lo hagamos os recordaremos de alguna manera vuestra cobardía, vuestra traición de ahora.

Ha llegado a nuestro país ahora la magistrada argentina María Servini de Cubría con el fin de revitalizar el proceso contra los crímenes franquistas. Es el momento de que las gentes de izquierdas nos movilicemos para conseguirlo. Es el momento para que el Parlamento de Navarra se movilice también. ¿Lo vais a frenar vosotros?

(*) Exparlamentario y concejal del PSN, militante actual del PSC