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Un enorme despliegue policial impide las protestas en el aniversario de Taksim

Un gran despliegue policial impidió ayer en Estambul y Ankara llevar a cabo las manifestaciones que querían recordar las protestas contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan de hace un año alrededor de la plaza Taksim. Más de un centenar de personas fueron detenidas.

Como había anunciado el propio primer ministro turco, Recep Tayyip Erdgan, la Policía intervino en las dos grandes ciudades del país con gases lacrimógenos y cañones de agua contra los que desafiaron la prohibición de manifestarse para recordar las protestas de hace un año en torno a la plaza Taksim, de Estambul.

Con gritos de «Taksim en todas partes, resistencia en todas partes» o «Todos juntos contra el fascismo», los manifestantes trataron de comenzar la movilización y pequeños grupos lograron infiltrarse en la comercial calle Istiklal, donde varios cientos de personas empezaron a cantar consignas contra el Gobierno.

Pero impresionantes patrullas de policías, tanto vestidos de civil como uniformados, armados con porras, cargaron en las calles que llevan hasta la plaza, el corazón de la revuelta de la pasado primavera.

Además de provocar varios heridos, la Policía detuvo a numeras personas. Según la Asociación de Abogados de Estambul, al menos ya eran 103 los detenidos al comienzo de la noche, cuando todavía continuaban los incidentes. La protesta había sido convocada por un colectivo de ONG, sindicatos y miembros de la sociedad civil. A la convocatoria, el primer ministro respondió advirtiendo de que las fuerzas del orden harían «todo lo necesario par impedirla». «No podréis ocupar Taksim como el año pasado porque debéis respetar la ley», proclamó ante una concentración de miles de sus partidarios

«Apelo a mi pueblo. no os dejéis engañar. Esta no es una campaña ecologista, no hay ninguna sinceridad en ella», añadió el primer ministro turco.

Además, acusó a «organizaciones terroristas» de manipular a la juventud para atacar nuestra unidad y nuestra economía».

25.000 policías

Solo en Estambul, las autoridades movilizaron 25.000 hombres y 50 cañones de agua que, desde las primeras hora de la mañana habían ocupado el barrio de la emblemática plaza. A mediodía rodearon también el parque Gezi.

Ese jardín público fue el origen de las protestas contra Erdogan del año pasado, debido a un plan urbanístico que preveía destruirlo, pero el rechazo a estos planes se convirtió en una protesta contra el gobierno. En la madrugada del 31 de mayo de 2013 la Policía desalojó del parque a varios cientos de personas que se oponían a su destrucción. Durante las siguientes tres semanas, casi 3,5 millones de turcos -cifra oficial de la Policía- se movilizaron en toda Turquía contra Erdogan. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas y al menos hubo ocho muertos y más de 8.000 heridos.

Medidas tras las protestas

Después de la revuelta, Erdogan ha intentado acallar todo intento de contestación. Cientos de manifestantes han sido inculpados. También ha adoptado varias leyes para controlar la justicia y las redes sociales y ha aumentado los poderes sobre sus servicios secretos.

A la vez, ha hecho frente a una campaña de acusaciones por corrupción que han salpicado a su gobierno, y detrás de la cual acusa de estar al predicador Fetulah Gül.

Con todo, el primer ministro no ha visto menguada su popularidad y, tras vencer claramente su partido, el AKP, en las elecciones municipales de marzo, se prepara para presentar su candidatura a las presidenciales del próximo agosto.

El colectivo Taksim Solidaridad había llamado a denunciar en las manifestaciones de ayer la deriva autoritaria de Erdogan. «La forma en que el Gobierno se dirige a nosotros es cada vez más violenta. No podemos hacernos oír más que en la calle«, declaró Tayfun Karaman, miembro del colectivo, que aseguró que «solo es el comienzo, la resistencia continúa».