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EEUU espera que el intercambio de presos abra el diálogo con los talibanes

EEUU espera que la liberación de cinco prisioneros afganos de Guantánamo a cambio de un soldado capturado por los talibanes, abra la puerta a la negociación para acabar con doce años de guerra. El secretario de Defensa, Chuck Hagel, cree que puede relanzar el diálogo pero los talibanes expresaron su escepticismo frente a la retirada a medias de Washington, que prevé dejar aún 9.800 soldados en el país.

La liberación del único prisionero estadounidense en Afganistán, el sargento Bowe Bergdahl, a cambio de cinco presos en Guantánamo alimentó el domingo la esperanza de un nuevo comienzo del proceso de paz en un país invadido y en guerra hace doce años.

El secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, expresó su esperanza de que este hecho constituyera un paso para retomar el proceso de paz.

«Estábamos comprometidos (en un diálogo) con los talibanes hasta 2012. Rompieron las negociaciones, no tenemos ninguna relación formal con ellos desde entonces. Así que se puede decir que será una nueva apertura que conducirá a un acuerdo», declaró Hagel a la cadena de televisión NBC desde la base de Bagram, donde llevó a cabo una visita sorpresa coincidiendo con el intercambio.

El sargento Bergdahl fue capturado por los talibanes el 30 de junio de 2009 después de su desaparición de una base de la provincia de Paktika. El propio presidente de EEUU, Barack Obama, quiso otorgar especial relevancia a su liberación anunciándola en una declaración desde la Casa Blanca.

Mulá Omar: «gran victoria»

«Esta operación muestra que todas las partes han dado prueba de buena voluntad para construir un clima de confianza y lanzar conversaciones de paz en un futuro próximo», señaló, por su parte, Ismael Qasimyar, un alto cargo del Alto Consejo para la Paz (HCP), un organismo del Gobierno afgano.

La liberación de cinco talibanes, antiguos cargos del Gobierno en el poder entre 1996 y 2001 era una de las principales condiciones reclamadas desde hace tiempo por los insurgentes a EEUU para abrir negociaciones de paz en Afganistán y poner fin al conflicto enquistado.

El intercambio se ha producido gracias a contactos secretos y a la intervención de Qatar, implicada en los esfuerzos de reconciliación entre los rebeldes y el Gobierno de Kabul. El ministro catarí de Asuntos Exteriores, Jaled al Atiya, limitó su implicación a «motivos humanitarios».

El líder de los talibanes, el mulá Mohammad Omar, destacó la «gran victoria» que supone el acuerdo de intercambio. «Traslado mis sentidas felicitaciones a toda la nación afgana musulmana», destacó Omar en una inusual grabación recogida por la cadena británica BBC.

Los talibanes no ven diálogo

Sin embargo, los propios talibanes han advertido de que no debe entenderse como un gesto de buena voluntad ni como un avance hacia unas negociaciones de paz. Además, creen que el anuncio de Obama de que mantendrá 9.800 soldados en el país hasta el fin de 2016, tras la retirada de las fuerzas de la OTAN, prolongará el conflicto.

«Se trata puramente de una negociación entre los talibanes y los americanos (...). No ayudará al proceso de paz en modo alguno porque no creemos en el proceso de paz» explicó un portavoz talibán, Zabihulá Muyahid, que aseguró que los cinco vivirán en Qatar y llevarán allí una vida normal. Los talibanes hicieron un llamamiento a organismos internacionales como la ONU para que intercedan en la liberación de todos los talibanes cautivos por el mundo, para que puedan llevar una vida «independiente y pacífica». Aún quedan 12 prisioneros afganos en la prisión de Guantánamo, que alberga a un total de 149 reos. «Está claro que van a volver a luchar. Si están bien de salud lo pueden hacer», señaló, en cambio, un alto cargo de la principal agencia de espionaje afgana en declaraciones a Reuters.

Los cinco liberados permanecerán un año en Qatar

El soldado estadounidense Bowe Bergdahl llegó ayer al hospital militar de Landstuhl (suroeste de Alemania), el más grande de las Fuerzas Armadas de EEUU fuera de su territorio, donde será sometido a exámenes médicos y psicológicos. Por su parte, los cinco dirigentes talibanes provenientes de prisión de Guantánamo llegaron a Qatar en un avión C-17 de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, donde se encontraron con sus familias y permanecerán al menos un año. Se trata de Mohamed Fazil, el mulá Norula Nuri, Mohamed Nabi, Jairula Jairjua y Abdul Haq Wasiq. Fazil fue el viceministro de Defensa durante el régimen talibán y era un alto mando del Ejército, según el Pentágono. Está buscado por crímenes de guerra, incluida la muerte de miles de chiíes. Norula Nuri fue un alto mando militar talibán durante la invasión estadounidense de 2001. Además fue gobernador de dos provincias y también está acusado en la muerte de chiíes. Jarula Jairjua, alto cargo en el Ministerio del Interior talibán, fue gobernador de Herat y comandante militar. Abdul Haq Wasiq fue viceministro del Ministerio de los Servicios Secretos y Mohamed Nabi, «ocupó diversos cargos de dirección», según Washington. GARA