Cuando apenas restan cinco días para la decisiva segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, a la que los dos candidatos, el actual mandatario, Juan Manuel Santos, y el uribista Óscar Iván Zuluaga, llegan en situación de empate técnico, el Gobierno de Bogotá y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) confirmaron el inicio en enero de conversaciones exploratorias para abrir un proceso de paz.

La confirmación llegó después de que el fin de semana Santos anticipara que esperaba dar muy pronto «una buena noticia» sobre los contactos del Gobierno con una guerrilla, y fue inmediatamente criticada por la jefa de campaña electoral de Zuluaga, Marta Lucía Ramírez, quien afirmó que «todo lo utilizan calculando los tiempos para anunciarlo antes de la elección presi- dencial». Y es que ante la situación de empate técnico, cualquier noticia puede inclinar la balanza.

Al tratarse solo de una confirmación de algo que se sabía, muchos consideran que Santos trata de reforzar su posición como «candidato de la paz» en la recta final de la campaña, aunque alguna fuentes creen que el anuncio puede deberse a la necesidad, también, de hacer público este segundo proceso con el objetivo de blindarlo en caso de un eventual triunfo del uribista Zuluaga, a pesar de que este ha asegurado que seguirá con ambos procesos en caso de vencer el domingo.

Acordar una agenda

Según el comunicado conjunto de las delegaciones del Gobierno y del ELN divulgado ayer por la exsenadora Piedad Córdoba y la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, «el objetivo de esta fase exploratoria es acordar una agenda y el diseño del proceso que haga viable el fin del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera para Colombia».

La agenda incluirá dos cuestiones: víctimas y participación de la sociedad. El resto de cuestiones están por acordar.

Ambas partes se han comprometido a informar de los avances y resultados de esta fase y agradecen a Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, Noruega y Venezuela su «buena voluntad y compromiso» en el acompañamiento y garantías de este proceso, al tiempo que llaman al pueblo colombiano a que se unan al propósito común de lograr el fin del conflicto.

La cadena colombiana Canal Capital indicó que serán entre cinco y diez los posible negociadores del ELN, entre los que se encontrarían sus líderes Ramiro Vargas, Pablo Beltrán, Antonio García y un grupo de guerrilleras. Frank Pearl, ex Alto Comisionado para la Paz en el Gobierno de Álvaro Uribe y el general Eduardo Hernández serán dos de los representantes del Ejecutivo.

«Serio, digno, realista y eficaz»

Nada más darse a conocer el comunicado conjunto del Gobierno y la guerrilla, Santos, calificó de «serio, digno, realista y eficaz» el nuevo proceso y anunció que se llevará a cabo sin un alto el fuego, sin desmilitarización de territorio y fuera de Colombia.

«Las condiciones en las que se dará inicio al diálogo es lo que estamos acordando, y no será nada diferente a lo que exigimos a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para iniciar el proceso. Se tendrá en cuenta la dejación de armas y se acordarán puntos específicos que tienen que ver directamente con el fin del conflicto y cómo vamos a resarcir a las víctimas», agregó. Hasta que no queden acordadas todas las condiciones, no se dará el paso de conformar una mesa formal de negociaciones, sostuvo.

La diferencia entre ambos procesos es que, en el caso del ELN, la fase exploratoria deja de ser secreta antes de su conclusión.

Santos insistió en que la responsabilidad política es únicamente suya, y añadió que «este proceso integral de paz que involucra a las FARC y ahora al ELN es la mejor garantía para las víctimas y para el país de que este conflicto terminará para siempre y nunca, nunca más, se va a repetir». «El conflicto es solo uno y, por eso, el proceso para poner fin al conflicto es uno», zanjó.

El anuncio se realizó cinco días antes de la segunda vuelta electoral porque, aseguró Santos, «el proceso de La Habana entró en su fase final».

El analista político exguerrillero del ELN León Valencia, que compareció ayer junto a Córdoba, señaló que aunque se ha descartado una negociación conjunta entre el Gobierno y ambas guerrillas, es posible que culminen a un tiempo y se haga un anuncio de acuerdo de paz conjunto.