David MESEGUER

El ISIS captura Tikrit y se enfrenta a las fuerzas kurdas en Mosul y Kirkuk

Tras controlar Mosul y el sur de Kirkuk, el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) tomó ayer Tikrit, la ciudad natal de Sadam Hussein. El gran número de deserciones en el seno del Ejército iraquí está allanando el terreno para el rápido avance de la milicia yihadista en el noroeste y centro del país. Tras decretar el estado de emergencia, Nuri al-Maliki ha solicitado ayuda militar a los peshmerga, las fuerzas militares kurdas, que ya se enfrentan a los yihadistas.

Coches repletos de familias y enseres domésticos colapsaban ayer por la mañana la carretera que une Mosul y Duhok, en Kurdistán Sur. En dirección opuesta, decenas de camionetas acarreaban soldados kurdos que se dirigían con sus fusiles y petates hacia el sur para defender la región del avance yihadista.

Según datos facilitados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cerca de 500.000 personas han abandonado Mosul después que el 80% de la ciudad cayera el martes en manos del ISIS.

«Nos atacaron desde el lado sirio de la frontera», explica a GARA Hadi Salih postrado en una cama del hospital de Duhok. Este peshmerga de 22 años fue herido mientras su unidad custodiaba la ciudad de Rabia, en el paso fronterizo de Tel Kocer.

Aunque dicha ciudad estaba bajo jurisdicción del Ejército de Bagdad, Hadi relata que las fuerzas kurdas acudieron «a salvaguardar la población yezidí de la zona» después de la deserción de la mayor parte de las fuerzas gubernamentales.

Bagdad como objetivo

Pese a la amenaza del presidente Nuri al-Maliki de castigar a los desertores, lo cierto es que en las últimas horas miles de soldados gubernamentales han abandonado sus posiciones dejando vía libre a los yihadistas que ayer tomaron Tikrit, la ciudad natal de Sadam Hussein, después de lanzar una ofensiva por tres flancos diferentes.

Con esta captura, el ISIS ya controla una vasta extensión de territorio iraquí que comprende amplias zonas de las provincias de Al-Anbar, Ninive, Kirkuk y Saladino.

En Mosul, el ISIS tomó el consulado turco reteniendo a sus 48 empleados, incluyendo al cónsul y varios niños. La víspera había secuestrado a una treintena de camioneros turcos que transportaban combustible. «Es una ciudad fantasma repleta de coches quemados y cadáveres», cuenta Mahmud, recién llegado a Erbil con su familia.

Los islamistas también avanzaron hacia la ciudad petrolera de Baiji aunque la Cuarta División Blindada del Ejército iraquí obligó al grupo yihadista a retirarse.

Además, los combates también se han extendido ha zonas centrales del país, como Samarra, por lo que el ISIS cada vez se encuentra más cerca de Bagdad.

Una de las imágenes de la ofensiva de ayer fue la destrucción del muro fronterizo construido tras el acuerdo de Sykes-Picot de 1916 por el cual el Estado francés y el Gran Bretaña se repartían esta parte de Oriente Medio trazando las líneas divisorias entre Siria e Irak. Este derribo es de gran componente simbólico para el ISIS, cuyo objetivo es la creación de un estado islámico que abarque desde la costa mediterránea de Siria hasta Irak.

El presidente iraquí, que el pasado martes decretó el estado de emergencia en el país, ha creado una célula de crisis para supervisar el suministro de armas a los voluntarios que quieran combatir a los insurgentes y ha anunciado que va a reorganizar las fuerzas de seguridad.

Al mismo tiempo, también pidió a su homólogo en Kurdistán Sur, Massoud Barzani, la ayuda de sus fuerzas militares para contrarrestar la ofensiva islamista.

Los peshmergas leales a Barzani y Talabani se han desplazado a las zonas más meridionales de Kurdistán Sur e incluso a las «regiones en disputa» de Ninive y Kirkuk donde se están enfrentando al ISIS para proteger a la población local. Ciudades como Tuz Khormato están totalmente tomadas por las fuerzas kurdas de Erbil.

Al rápido avance del ISIS también contribuye el apoyo que algunos grupos suníes están ofreciendo al grupo liderado por Abu Bakr al-Bagdadi.

Decepcionada con el ejecutivo de Bagdad, al que acusan de gobernar a favor de la mayoría chií a la que pertenece al Maliki y de colaboracionista durante la invasión norteamericana, parte de la minoría suní -el 20% de la población- ha visto en el ISIS la oportunidad de deshacerse del control del Gobierno.

Llamamiento de al-Sadr

Simultáneamente a la ofensiva yihadista en el norte del país, 21 personas murieron en Bagdad y 45 resultaron heridas después que un suicida se inmolara en un barrio de mayoría chií de la capital.

En este contexto, el dirigente chií Moqtada Sadr pidió ayer la creación de brigadas para defender los principales lugares religiosos de Irak. «No puedo quedarme callado y con las manos cruzadas frente al peligro que acecha los lugares santos. Por eso estoy dispuesto a trabajar en coordinación con el Gobierno para formar brigadas de paz», manifestó Sadr, chií pero hostil hacia Al Maliki, a través de un comunicado.

Por su parte, diferentes figuras de la comunidad internacional, también mostraron su preocupación ante el deterioro de la situación en el país mesopotámico.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que está «muy preocupado» por el deterioro de la situación y Washington calificó el ISIS de «grave amenaza para la estabilidad de la región».

El PKK ofrece su apoyo militar a Erbil para contrarrestar al ISIS

Tras la toma de Mosul, las Unidades de Protección Kurdas (YPG) -que desde hace prácticamente dos años defienden Kurdistán Occidental del asedio yihadista- y los peshmerga -las fuerzas armadas de Kurdistán Sur- mantuvieron un reunión en el paso fronterizo de Tel Kocer para coordinar acciones contra el ISIS a ambos lados de la frontera. De momento, cada fuerza protegerá su lado fronterizo, aunque si la situación lo requiere no se descartan acciones conjuntas para frenar el empuje del ISIS en esta zona entre Al-Hasakah y Mosul.

En declaraciones a GARA, Zagros Hiwa, responsable de prensa de la Unión de Comunidades Kurdas (KCK), admitía que «la situación de extrema gravedad que se vive en Kurdistán Occidental y Kurdistán Sur ha hecho que los partidos kurdos acerquen posiciones pese a sus diferencias». El portavoz de las YPG, Redur Khelil, también apuntó a una posible alianza para frenar el avance de los islamistas radicales.

En un comunicado, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) ofrece todo su apoyo militar al Gobierno Regional del Kurdistán Regional y muestra su disposición a proteger al pueblo kurdo contra el ISIS allá donde sea necesario.

En los últimos meses, las relaciones entre el Partido de la Unión Democrática (PYD) y el ejecutivo de Massoud Barzani habían sido muy tensas, hasta el punto de cerrar todos los pasos fronterizos entre ambas regiones de Kurdistán. El martes, la gravedad de la situación humanitaria, hizo que el paso de Semalka se abriera permitiendo el regreso de refugiados kurdos hacia Rojava. GARA