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Madrid

Rato afirma que el Gobierno español le pidió otro plan pese a tener uno ya aprobado

El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha desvelado en la Audiencia Nacional que, poco antes de su dimisión, el Gobierno español le pidió un nuevo plan para la entidad, a pesar de que el anterior tenía el visto bueno del Banco de España.

Rato, a su llegada a las dependencias de la Audiencia Nacional. (Dani POZO/AFP)
Rato, a su llegada a las dependencias de la Audiencia Nacional. (Dani POZO/AFP)

En su declaración ante el juez Fernando Andreu, Rato ha explicado que a finales de marzo el grupo financiero presentó al supervisor un plan de saneamiento para cumplir con las provisiones inmobiliarias impuestas por el Gobierno en su primera reforma financiera a principios de año.

Posteriormente, en los primeros días de abril se completó con otro plan, a iniciativa de BFA-Bankia, que resolvía algunas dudas sobre la matriz (BFA) y que fue elaborado por Deloitte, la misma compañía que auditaba al grupo y que participó activamente en su salida a bolsa, ha recordado Rato.

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha añadido que el proyecto, que serviría para cumplir con las exigencias de provisiones y disipar cualquier incertidumbre, recibió el visto bueno formal del Banco de España en una misiva remitida a su atención el 17 de abril.

Sin embargo, a pesar de la aprobación por parte de la institución competente, Rato ha revelado que las «autoridades» españolas le pidieron que hiciera un nuevo plan en el que contemplara una caída de la economía española peor que las previsiones más pesimistas.

Además, según fuentes jurídicas citadas por Efe, Rato ha añadido que el Gobierno español estaba siendo informado de los principales ejes de dicho plan, pero la aprobación finalmente no se produjo y decidió dimitir sintiendo que había «perdido la confianza» de las autoridades.

Rato ha sido recibido en la Audiencia Nacional con pitos y abucheos por parte de los afectados por las participaciones preferentes de la entidad, que le han dedicado gritos de «estafador», «ladrón», «chorizo» y «malnacido».

Al igual que los otros 32 exconsejeros de la entidad y Bankia y su matriz, el Banco Financiero de Ahorros (BFA), como personas jurídicas, Rato está imputado por los delitos de falsificación de cuentas, administración desleal, maquinación para alterar el precio de las cosas y apropiación indebida.